“Una reasignación de los recursos del Estado hacia la provisión de infraestructura rural es crucial para el desarrollo agrícola del país”, es la conclusión principal de un estudio realizado por el exministro de Estado, Juan Camilo Restrepo.
En el documento titulado “El Papel de la Infraestructura Rural en el Desarrollo Agrícola en Colombia”, incluido en la serie Borradores de Economía del Banco de la República, el estadista analiza cómo la provisión de bienes públicos es directamente proporcional al progreso económico y social del sector rural productivo.
Entre estos bienes públicos, Restrepo analizó los efectos de la electrificación rural, los centros minoristas y mayoristas de comercialización, la red de carreteras y los distritos de riego y drenaje sobre el rendimiento de dieciséis cultivos cosechados en diversas regiones.
Entre otros aspectos, encontró que una tercera parte de los cultivos se ha beneficiado de los distritos de riego y drenaje.
También el estudio revela que el mejor acceso a los centros de acopio para su comercialización y el sistema de carreteras terciarias impactan positivamente el desempeño de la mayor parte de los cultivos.
En cuanto a los distritos de riego, el estudio indica que de los 512 construidos, 179 no funcionan.
“Hay casos llamativos como los 13 distritos ubicados en La Guajira donde no funciona ninguno, en Bolívar con 16 distritos donde sólo funciona 1, y en Sucre con 45 distritos, donde no funcionan 19”, dice el informe.
Además, destaca que la baja cobertura, que es un obstáculo para ampliar la franja agrícola en muchas regiones del país, y el elevado porcentaje de los distritos de escala pequeña que actualmente no funcionan (35 por ciento), podría revelar problemas de diseño o de gestión.
Para la red de carreteras se concluyó que la deficiencia de una malla vial podría estar asociada al bajo uso agrícola que se le da a los suelos. Otras opciones de transporte, como el ferrocarril y los ríos, son marginales dentro del total de la carga movilizada en el país (15 y 4 por ciento, respectivamente).
Así, el retraso en cobertura y calidad de las carreteras sitúa al país en el rango más alto de costos de tonelada transportada por kilómetro.
Acerca de los centros minoristas y mayoristas de comercialización se determinó que, relacionado con la malla vial, se generan sobrecostos a los agricultores lo cual termina por desincentivar la apertura de nuevos negocios.
LA ELECTRIFICACIÓN RURAL, EN PROMEDIO, ESTÁ EN 90 %
La provisión de energía eléctrica en el campo es primordial pues se constituye en insumo público esencial para la producción, almacenaje, procesamiento y comercialización de muchos productos. El informe indica que, con excepción de Cauca, Choco, La Guajira y Casanare, las coberturas de las otras regiones están por encima del 90 por ciento.
Los departamentos del Eje Cafetero con clara vocación y uso del suelo para el agro, registran los mayores índices de electrificación rural (superiores al 90 por ciento). En este mismo nivel se encuentran Cundinamarca y Valle del Cauca.
En el otro extremo se hallan regiones como Bolívar, Boyacá, Cesar, Córdoba, Magdalena, Tolima y Meta, entre otros, con niveles de coberturas que no superan el 75 por ciento.