La gran alza de precios en el servicio de energía tiene al Gobierno y a varios sectores económicos preocupados.
Camilo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), ha destacado que el alza en este rubro y otros servicios públicos no solo se está dando en Colombia.
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De acuerdo con ello, una de las causas de estos aumentos sería el fenómeno inflacionario que se vive en el país y a nivel mundial, sumado a la devaluación del peso que impacta en las importaciones.
"Hay otro tema que se está incorporando a la tarifa y son las pérdidas o robos de energía", explica Sánchez.
Es por ello que desde Andesco se ha dicho que se deberían revisar los indexadores que se utilizan para determinar las tarifas. "Sí o sí hay que revisar indexadores, cómo se cobran los incrementos y tener una garantía de quién asume las pérdidas que son fundamentales y hoy son un costo alto, pero que son un derecho adquirido en los contratos", explica Sánchez.
Esta alternativa la contempló la ministra de Minas, Irene Vélez, quien planteó que, en un mediano plazo, se cree un índice especial para el sector. Esto implica la eliminación, para este caso puntual, del uso del IPC (Índice de Precios al Consumidor) y el IPP (Índice de precios al Productor), que son los que se usan actualmente para determinar las tarifas.
Se trata de unos índices, con cuya variación se calculan los cambios en varios de los componentes de la tarifa de servicios. Actualmente, se usan el IPC y el IPP como indexadores de los servicios públicos. Históricamente, el IPP no había sido superior al IPC, sin embargo, por cuenta del conflicto Ucrania - Rusia, esta tendencia se revirtió.
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"Existen determinados bienes y servicios cuyos precios se ajustan de acuerdo a la variación anual del IPC, el IPP o el salario mínimo, como por ejemplo los arriendos, la energía y los servicios de salud, respectivamente. Una de las desventajas que tiene la indexación es que podría amplificar los choques inflacionarios si no se controlan a tiempo", explica Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de la comisionista Casa de Bolsa.
Ahora bien, la preocupación es latente porque analistas han hablado de que la inflación aún no 'toca techo' en el país. "Como es muy probable que el IPC y el IPP cierren el año con variaciones anuales que superen los dos dígitos, existe el riesgo de que los bienes y servicios que se encuentran indexados aumenten en esa misma magnitud", asegura Ballén.
La indexación también está vinculada al salario mínimo. Ballén explica que "como el ajuste anual del salario mínimo depende de la inflación, es posible que el incremento del salario mínimo en 2023 sea igual o superior al que tuvimos en 2022, lo cual generaría que el precio de los bienes y servicios indexados al aumento del salario mínimo sigan al alza". A esto se le conoce como una espiral inflacionista.
Para 2023, según el experto, los bienes que estén indexados bajo la medida del IPC presentarán un alza importante, mientras este componente siga aumentando como viene pasando.
Según Ballén, la indexación “hará que el precio de arriendos y servicios siga subiendo el año entrante”, y dijo que, en el corto plazo desde Casa de Bolsa, lo que se analiza es que “hay una indexación muy grande en muchos componentes, como el tema de energía, también ligada al IPP”.
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