El negocio tiene, además, perspectivas de crecimiento que superan el 20 por ciento para los próximos años. Debido, entre otros factores, a que el porcentaje de población obesa tiende a aumentar.
Basta con mirar el alrededor para identificar los nuevos hábitos que nutren este rentable negocio: desde alimentos que aportan menos calorías, pasando por gimnasios para esculpir la figura, hasta adelgazantes para “ayudarse” a bajar de peso con rapidez. Los colombianos se han convertido en grandes consumidores de productos y servicios para “afinar la figura”.
En términos de alimentos, por ejemplo, en los últimos años ha crecido la tendencia de consumir productos considerados “más saludables”, es decir, bajos en sodio, grasa, carbohidratos y azúcar (o con suplementos de la misma), los cuales, además de ser sanos, ayudan a adelgazar.
Tal ha sido la acogida, que según Euromonitor las ventas de estos comestibles se han incrementado 120 por ciento en los últimos 5 años, pues pasaron de 1,12 billones de pesos en el 2007 a 2,46 al cierre del 2012, incluyendo las bebidas.
Y no es para menos, pues, de acuerdo con la compañía de investigación de mercados, factores como el incremento del ingreso disponible, la expansión de los supermercados y la preocupación por la salud, han hecho que la oferta crezca y que se democratice el acceso a este tipo de comestibles. Tanto es el potencial de crecimiento para este segmento que Euromonitor proyecta que sus ventas podrían rozar los 4 billones de pesos en el 2017.
DEL EJERCICIO A LAS PASTILLAS
Aunque la alimentación hace lo propio, la actividad física es importante a la hora de adelgazar. Por esta razón, durante los últimos 10 años el país ha vivido un auge en la creación y expansión de gimnasios.
Según explica César Casallas, gerente general de Spinning Center Gym, el 1 por ciento de la población colombiana va al gimnasio, una cifra baja comparada con otros países de la región, pero que viene incrementándose de manera sostenida.
Con base en su información, el mercado del fitness en Colombia podría cerrar el 2013 en alrededor del billón de pesos. Esto, incluyendo desde las grandes cadenas de gimnasios, pasando por los estudios, hasta los servicios de entrenamiento personal. “El negocio se encuentra en pleno crecimiento y, aunque necesita una alta inversión inicial, tiene un ebitda muy atractivo, entre 15 y 25 por ciento anual”, señala Casallas.
Finalmente, se encuentra el polémico mundo de los adelgazantes, un segmento del cual no se tienen datos claros debido a la informalidad que caracteriza el grueso de estas ventas y al contrabando reinante en muchos de los productos.
Conforme con los registros del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), en Colombia no hay ninguna medicina que esté registrada como adelganzante; sin embargo, 2.830 fórmulas cuentan con registro sanitario vigente de ‘suplemento dietario’, es decir, aquellos que aportan nutrientes adicionales al organismo.
En esta categoría se encuentra el portafolio de 40 referencias de Irene Melo, quien se ha posicionado como una de las “gurús” del tema en el país. Acorde con sus declaraciones, es imposible saber exactamente a cuánto ascienden las ventas de esta clase de pastillas en Colombia, aunque la vocera estima que existe un crecimiento en las mismas que ronda el 30 por ciento anual.
Actualmente, cerca de 5.000 personas son consumidoras regulares de su marca y, aunque en gran parte son mujeres, los hombres han comenzado a involucrarse en el mercado, al punto que ya realizan el 30 por ciento de las compras. “Este es un negocio muy rentable. Cuando un producto es bueno no hay que invertir mucho en publicidad. Eso sí, mantenerse vigente es muy difícil”, finalizó Melo.
UN CONTINENTE QUE ‘SE TOMA LA SOPITA’
En términos generales, el porcentaje de latinoamericanos con sobrepeso se ha venido incrementando con el paso de los años. Entre 1995 y el 2012, la población obesa de la región se incrementó 99 por ciento y llegó a representar el 26,56 por ciento del total. Al cierre del año pasado, los países más gordos fueron México, Venezuela y Bolivia. Colombia se ubicó en décimo lugar.