Nadie sabe cómo sucedió: una gata acostumbrada a estar dentro de una casa se perdió en una excursión familiar y se las ingenió, después de dos meses y unos 322 kilómetros, para regresar a su ciudad de origen. Incluso los científicos están confundidos por cómo Holly, una gata parda que a principios de noviembre se alejó de Jacob y Bonnie Richter en un rally de vehículos recreativos en Daytona Beach, Florida, apareció en la víspera de Año Nuevo - tambaleante, débil y esquelética - en un patio trasero a un kilómetro de la casa de los Richter, en West Palm Beach, Florida. Pero Holly no solo tenía distintivos patrones arlequín negro y café en su piel, también tenía un microchip para identificarla. "Creo en estas historias, pero son difíciles de explicar", dijo Marc Bekoff, un ecologista conductual en la Universidad de Colorado. De hecho, hay poca doctrina científica sobre la navegación felina. Los animales migratorios como las aves, las tortugas y los insectos han sido estudiados más estrechamente, y usan campos magnéticos, indicios olfativos o la orientación por el sol. Los científicos dicen que es más común, aunque aún raro, escuchar de perros que regresan a casa, quizá sugiriendo, dijo Bradshaw, que han heredado la capacidad de los lobos de encontrar su camino usando indicios magnéticos. Los gatos encuentran bien su camino en paisajes familiares, memorizando ubicaciones por medio de la vista y el olor, y encuentran fácilmente atajos, dijo Bradshaw. Las ubicaciones extrañas y distantes parecerían problemáticas, aunque él y Patrick Bateson, un biólogo conductual en la Universidad de Cambridge, dicen que los gatos pueden percibir los olores a grandes distancias. Peter Borchelt, un conductista animal de Nueva York, se preguntó si Holly siguió la costa de Florida por la vista o el sonido, siguiendo la Interestatal 95 y decidiendo "mantener eso a la derecha y mantener el océano a la izquierda". Pero, dijo, "nadie va a realizar un experimento y a llevar a un montón de gatos en diferentes direcciones a ver cuáles regresan". Sin embargo, explicar esos recorridos no es fácil. En el caso de Florida, un vistazo a través de la niebla de los hechos surge de las patas de la gata. Aunque Bradshaw especuló que Holly podría haber recibido un aventón, quizá metiéndose bajo el capó de un camión que se desplazara por la I-95, sus patas sugieren que no viajó así todo el camino. "Las almohadillas de sus pies estaban sangrando", dijo Bonnie Richter. "Sus garras están extrañamente desgastadas. Las delanteras están realmente afiladas, las traseras gastadas hasta cero". Los Richter dijeron que Holly había pasado de 6,2 a 3,2 kilos. Holly difícilmente parecía una vagabunda aventurera, aunque sus antecedentes quizá le hayan dado una ventaja genética. Su madre era una gata montaraz que vagaba por el parque de casas móviles de los Richter, y Holly nació dentro del acondicionador de aire de alguien, dijo Richter. Los científicos dicen que esa experiencia anterior fue demasiado breve para explicar cómo Holly podía haberse sentido cómoda en el exterior; después de todo, pasó la mayor parte de su vida como gato doméstico. Pero podría implicar rasgos de personalidad innatos como agilidad y resistencia. "Esta gata, pudiera ser que tiene la personalidad de un sobreviviente", dijo Bekoff. Ser un gato doméstico no extingue las conductas de supervivencia, como cazar ratones o tener la orientación del sol. Los Richter -Bonnie, una enfermera retirada de 63 años de edad, y Jacob, de 70, un supervisor de mecánicos de aviones retirado- empezaron a viajar con Holly apenas el año pasado, y ella toleraba fácilmente un hotel, una cabaña o el vehículo recreativo. Pero durante el Good Sam RV Rally en Daytona, cuando estaban acampando cerca del circuito de carreras con otras 3.000 casas móviles, Holly se escapó cuando la madre de Bonnie Richter abrió la puerta una noche. Los fuegos pirotécnicos del día siguiente quizá la hayan asustado y, después de buscar por días, alertar a agencias de animales y pegar volantes, los Richter regresaron a casa sin su gata. Dos semanas después, un trabajador de rescate de animales llamó a los Richter para decir que un gato que se parecía a Holly había sido visto comiendo detrás de un restaurante. Luego, en la víspera del Año Nuevo, Barb Mazzola, asistente ejecutiva de una empresa, notó un gato en su patio trasero en West Palm Beach, luchando incluso por maullar, y dio aviso. Los Richter lloraron al ver a Holly, que instantáneamente se relajó cuando la colocaron en el hombro de Jacob Richter. La recuperación va bien, pero el misterio persiste. "No tenemos ni la más ligera idea de cómo hacen esto", dijo Galaxy. "Quienquiera que diga que lo sabe está mintiendo, si lo descubre, por Dios, dígame cómo". k Pam Belluck k Nueva York
Finanzas
02 feb 2013 - 5:00 a. m.
El instinto de supervivencia Una gata recorrió 322 kilómetros para regresar a su casa.
El instinto de supervivencia Una gata recorrió 322 kilómetros para regresar a su casa.
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