Las cifras provisionales de la Balanza Cambiaria, al cierre de la primera quincena de noviembre, muestran que la inversión extranjera directa (IED) en Colombia se sigue orientando a hidrocarburos y minas, especialmente a los subsectores de petróleo y carbón. Los recursos dirigidos a estas actividades crecieron 12,4 por ciento frente al acumulado de enero 1 a noviembre 15 de 2008, al ubicarse en 5.893 millones de dólares y representaron 89 por ciento del total. Al cierre del primer trimestre de 2009, representaban solo 75 por ciento.
Por eso, algunos analistas reiteran que Colombia se está convirtiendo en un país minero y petrolero y desestimulando otros sectores productivos que generan alto empleo. Sin embargo, el ministro de Comercio, Industria y Comercio, Luis Guillermo Plata, dice que aunque la caída en la IED en Colombia ha sido aminorada por el aumento en minas y petróleo, ello se debe a que son productos que el mundo está demandando y cuya explotación comercial requiere inversiones más grandes que otros.
"Pero si miramos objetivamente este año en sectores no mineros ni petroleros la inversión llegará a 1.000 millones de dólares, que era todo lo que recibía Colombia hace algunos años de IED total", explica. No obstante, la inversión foránea en actividades distintas a minas y petróleo este año se ha desplomado 67 por ciento y llega a 752 millones de dólares, cuando por esta misma época del 2008 se ubicaba en 2.285 millones de dólares. En total, ere el primero de enero y el 15 de noviembre de este año la IED en el país llegó a 6.645 millones de dólares, lo que representa una disminución de 11,7 por ciento respecto a igual periodo del 2008.
Como el ministro Plata, Mauricio Reina, investigador de Fedesarrollo, considera que la concentración de la IED en minas y petróleo no es mala, aunque reconoce que puede causar la llamada enfermedad holandesa, inundación de divisas que revalúa el peso y desestimula el resto de sectores productivos. "En momentos como los actuales, en los que hay incertidumbre sobre la recuperación de la economía mundial, esa inversión nos provee unos recursos externos que ante la caída de las divisas de las exportaciones, amortigua el golpe", explica.
El economista también estima que es apenas lógico que las empresas extranjeras que explotan recursos no renovables en el país traigan recursos para los proyectos y respondan al aumento de la demanda externa de comodities (materias primas). Aunque coincide con otros analistas en que el crecimiento de la IED en carbón y petróleo, no se refleja en un aumento intensivo del empleo, dado que esos sectores demandan personal altamente especializado.
Mientras que el decano de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, Jorge Iván Bula, considera que Colombia no se beneficia de los 'boom' regionales de IED no porque haya más confianza inversionista sino por el ciclo normal de la economía mundial. Por ello, considera que a medida que se vuelva a recuperar, la cifra volverá a crecer. Además, considera que la IED en petróleo y minas no es altamente beneficiosa porque se caracteriza por tener economías de enclave, es decir, que no genera encadenamientos con otros sectores de la economía.
Por su parte, el economista Eduardo Sarmiento Palacio afirma que a diferencia de sectores intensivos como el agro o la industria, que compiten fuertemente en precios, la inversión en petróleo y minas produce grandes rentas que originan dividendos a las multinacionales por vías dobles como la explotación y la repatriación de capitales.
"La estructura de alta dependencia de los recursos naturales no es conveniente porque se logra a cambio de desplazar a sectores de mayor dinamismo, capacidad de empleo y absorción tecnológica", agrega. Considera que la dependencia de los recursos mineros o petroleros no es un modelo que profundice el desarrollo. Otra 'voz a favor' de que el aceptable comportamiento de la IED en el país no se debe al aumento de los precios de las materias primas, es el presidente de Colinversiones, Juan Guillermo Londoño Posada, quien sostiene que a pesar de lo profunda de la crisis mundial, Colombia ha logrado sortearla de manera favorable.
Lo anterior debido a que considera que el país tiene un sector financiero sólido y un mercado de capitales a las empresas y personas financiarse adecuadamente.
Ánimo en aumentoAunque no es uno de los países que más recibe inversión extranjera directa (IED) en Latinoamérica, porque la mayor 'tajada' se la llevan México y Brasil, la de Colombia se caracteriza por ser consistente. Es así como durante varios años recibió entre 400 y 2.000 millones de dólares anuales. Sin embargo, en la última década, arrojó en un año 8.500 millones de dólares, en otro de 6.500 millones y en un tercero 9.028 millones de dólares.
El año pasado 10.574 millones de dólares. El Gobierno acaba de calcular que este año la IED se situará en 8.500 millones de dólares, monto que aunque sería inferior 24,3 por ciento al de 2008, se considera positivo si se tiene en cuenta que en el resto de países ha caído 44 por ciento debido a que la recesión mundial las empresas pospusieron proyectos, por la falta de expectativas de consumo o a que no encontraron recursos entre la banca para financiarse.
A septiembre, no obstante, la inversión extranjera en México cayó 37 por ciento y se prevé que en diciembre el desplome será de 34 por ciento La presidenta de Proexport, María Elvira Pombo, afirma entre tanto que los contactos que realiza esa entidad con las empresas extranjeras y las misiones de promoción en el exterior, le permiten asegurar que los proyectos que fueron aplazados por la crisis están volviendo a 'despertar'.