A primera vista, el restaurante impacta por su decoración novedosa, sin perder la esencia japonesa; y sorprende más con sus barcos de sushi, los jugos en agua o leche o las sopas, como la tailandesa, una versión adaptada de la ‘lemmon soup’ de ese país asiático, eso sí, con su base en leche de coco y jengibre en abundancia.
¿Cómo nace Kouki en cuanto a idea de negocio?
En cuarto semestre de diseño industrial, en la Universidad Javeriana, vimos una materia llamada imagen corporativa, en la que teníamos la oportunidad de trabajar con una empresa o crear nuestra propia empresa. Yo decidí llevar a cabo mi proyecto, y fue entonces cuando nace la idea de crear un restaurante-bar; comencé a buscar la ubicación y encontré una buena posibilidad en la Zona Rosa; luego definí un concepto.
La idea es que fuera un lugar innovador, tanto en su diseño como en su comida, al que pudieran ir empresarios, familias o amigos durante el día a degustar platos; o universitarios a comer en la noche y disfrutar de buena música y buenos cocteles en un ambiente de diseño agradable. Con la ayuda de amigos japoneses encontré un nombre, Kouki, que quiere decir ‘gran oportunidad’.
¿De dónde viene el amor por la cocina?
De los viajes que he hecho sola o en compañía de mi familia, conociendo variedad gastronómica.
¿En qué se inspira el sitio para su diseño y decoración?
El lugar nace al querer contextualizar a los clientes en un ambiente moderno tomando como referencia a Tokio, utilizando colores vivos, y materiales diferentes a los que cualquier restaurante acostumbra a usar.
¿Que puede encontrar una persona que vaya a Kouki?
Novedad en cuanto al lugar y a la comida, ya que la mayoría de los platos que ofrecemos son creaciones nuestras.
¿En qué se basa la comida de Kouki y qué diferencia marca con el sushi o la comida ‘thai’ tradicional?
Ofrecemos platos tradicionales y nuevos que crean combinaciones de texturas y sabores diferentes a lo usual. Por ejemplo, pueden encontrar sushi envuelto en patacón, otro con melocotón, o el ‘crispy roll’, que esta envuelto en crocantes de zanahoria… En fin.
¿Cómo una persona tan joven se anima a crear empresa?
Mi papá siempre ha dicho que las metas que nos proponemos las tenemos que alcanzar, y a mí se me presentó la oportunidad de crear mi empresa, así que me puse el reto llevar a cabo mi proyecto.
¿Hacia dónde apunta Kouki?
La expectativa que tengo con Kouki es tener un lugar conocido por ser novedoso; cada día estamos creando platos y cocteles nuevos. La idea es empezar a montar nuevas sedes, inicialmente en Bogotá, y después en diferentes ciudades del país.
¿Qué mensaje les envía a los futuros jóvenes empresarios?
Hay que ser ingeniosos y arriesgados, aprovechar las oportunidades y trabajar muy duro porque las cosas se ganan; es cuestión de ponerse metas, confiar en sí mismo y saber que en esta vida nada es imposible, porque cuando se quiere, se logra.