Los distintos tipos de crédito –con excepción del comercial– están empezando a recuperar la dinámica, al tiempo que la morosidad ha reducido el ritmo de crecimiento.
Al cierre de octubre, el saldo de cartera de los establecimientos de crédito en Colombia, incluyendo al Fondo Nacional del Ahorro, sumó 433 billones de pesos, que representan un aumento real anual de 2,17 por ciento (12 por ciento nominal).
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Al ver por modalidad, el mayor crecimiento se observa en los préstamos de vivienda, con un crecimiento real de 7,5 por ciento, a 60,4 billones de pesos.
Muy de cerca le siguen los créditos de consumo, que en el último año han mostrado un aumento real de 7 por ciento y ya sobrepasan los 122,3 billones de pesos.
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En contraste, la cartera comercial, que concentra más de la mitad de todo el saldo, sigue con un desempeño lento.
Por otra parte, el saldo de cartera vencida de las entidades llegó a 19,4 billones de pesos, 32,8 por ciento más que hace un año.
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Aunque el dato sigue siendo alto, pues por cada 100 pesos prestados hay 4,4 pesos que están vencidos, la realidad es que se ha moderado, pues en meses anteriores creció por encima del 40 por ciento.
La morosidad en la cartera de consumo está en el 6 por ciento, la comercial va en 3,8 por ciento, y la de vivienda llega a 3,2 por ciento.
Por el comportamiento de los préstamos a los hogares, en momentos de enfriamiento de la economía y de aumento en la morosidad, la Superfinanciera hizo un análisis sobre qué tan sostenible es esa tendencia.
La conclusión es que los niveles actuales de crecimiento aún están muy lejos de ser un ‘boom’ y la probabilidad de que esto ocurra es de apenas un 30 por ciento.
Además, buena parte del aumento en el saldo de cartera ha estado también soportado en los desembolsos para nuevos deudores, de manera que al no estar concentrado en clientes antiguos el riesgo se reduce.
“Cabe indicar que es necesario continuar monitoreando tanto las desviaciones en el crecimiento de la cartera y la estructura de dicho crecimiento por tipo de deudor para anticipar episodios de ‘boom’ y acotar el riesgo de sobreendeudamiento, lo cual dependerá, en gran parte, de la estabilidad en el comportamiento del ingreso de los deudores”.
Como se recuerda, varias voces han advertido que hay sobreendeudamiento en las familias, y cálculos de Anif estiman que los hogares están destinando, en promedio, más del 40 por ciento de su ingreso disponible al pago de las deudas.