Hoy, cerca del 25 por ciento de los contratos de maíz a futuro corresponde a operaciones financieras y no a negocios del sector real. Hasta el 2005 ese porcentaje no llegaba al 5 por ciento, según lo muestra un documento de Coyuntura y Estrategia del Banco Santander. El fenómeno también cubre a alimentos como el trigo y en general los cereales que se transan en el mercado internacional convirtiéndolos en títulos tan codiciados como la acción de una petrolera o de una empresa de tecnología. El tema sería otro negocio más, de no ser por los efectos que produce en todo el planeta. Pues al convertirse en papeles apreciados por el mercado, su valor sube y dejan a muchas naciones contra las cuerdas, pues deben comprar sin importar el precio ya que son productos de primera necesidad. Según el análisis del banco Santander, la concurrencia de tres factores están afectando los precios de los alimentos a nivel mundial: la mayor demanda por parte de naciones como China y la misma Latinoamérica; el segundo es la menor oferta, derivada del cambio climático que afectó las condiciones para los cultivos además del elevado precio de los agroquímicos y la entrada de cultivos dedicados exclusivamente a los biocombustibles. Estos factores, golpean los precios en el mundo. Pero en Colombia su incidencia es menor, debido a que el país produce el 90 por ciento de lo que consume. 25por ciento de las transac- ciones que se hacen con maíz en el merca- do de futuros corresponde a operaciones financieras. WILABR
