Colombia está de moda en el mundo entero por su minería de carbón, oro, esmeraldas -famosas estas últimas por su calidad y belleza- metálicos, no metálicos, combustibles y piedras preciosas.
Es el quinto país exportador en el mundo de carbón y seremos uno de los principales países exportadores de oro.
Para el buen aprovechamiento de la mayoría de estos minerales, se requieren complejos procesos que como resultado se obtiene minerales utilizables y aprovechables.
¿Pero a alguien se le habría ocurrido pensar en algún momento de la vida que la minería cambiaría tanto, pero tanto, que hoy se habla de minería virtual?
Esta -al igual que la que todos conocemos- nace de un yacimiento en bruto de información, una base de millones de datos, y que esta, después de complejos procesos, resulta en información utilizable y aprovechable como una fuente de tesoros, igual que la tradicional.
La información en el mundo se tornó en un océano inmenso y profundo de datos desordenados que ellos solos intrínsecamente no dicen nada más que el solo dato... Pero ahora es posible tomar esta información procesarla, tratarla y convertirla en un tesoro, con la minería de datos.
Un tesoro basado en este tipo de minería es el siguiente ejemplo: grandes volúmenes de información quedan registrados cuando usted navega por internet y ahí evidencia cuáles son sus preferencias y gustos, qué le llama la atención, qué es lo que menos hace o le gusta, qué finalmente termina haciendo... el valor de lo que compra, la marca, la hora, la fecha, a quién... etc.
Toda esta información en otra época habría sido imposible entenderla, manejarla y, sobre todo, aprovecharla.
La minería de datos es un procedimiento al cual se somete la información en bruto de millones y millones de personas, en un software con algoritmos y fórmulas matemáticas para encontrar comportamientos ocultos, comportamientos que son homogéneos en grupos de personas, pero que, a simple vista o con análisis tradicional, es imposible detectar.
En Las Vegas, Nevada (Estados Unidos), los hoteles se destacan por su grandeza y opulencia. Generalmente evocan lugares fabulosos reales o de la imaginación, pero todos ellos tienen un común denominador para llamar la atención y ser escogidos: son "fastuosos".
Pero hay un hotel (Harrah) en el que recientemente sus visitantes están mucho más pendientes del servicio que de la misma edificación.
Está rompiendo un paradigma: no tiene que ser el más elegante, el más grande, el más desproporcionado. Es el que mejor servicio presta.
Su secreto... utiliza la minería de datos como su fuente de éxito, su "tesoro".
Cada vez que llega un cliente y este ya ha estado alguna vez en el hotel, se tiene toda la información para prestar un servicio personalizado, un servicio en el que se le ofrece todo lo que a personas como él le interesan: un servicio único, personalizado.
No hay cosa más molesta que insertar la tarjeta débito en un cajero automático y, después de 500 veces, este todavía le hace la misma pregunta, en español o inglés.
¿Se imagina una estación de servicio de gasolina en donde cada vez que Ud. entra el islero le saluda por el nombre... y no le pregunta si corriente o extra... y no le ofrece limpiarle el vidrio porque sabe que a usted no le gusta... pero lo mejor es que usted nunca había visto a este islero en su vida, y nunca había ido a esa estación de servicio...?
¡Qué buen servicio! diría cualquiera.
¿No entraría siempre en la misma cadena de estaciones de servicio de ser así? Yo sí lo haría.
Todo esto y mucho más es posible gracias a la minería de datos.
CÉSAR ARIOSTO VALDERRAMA NICHOLLS
Decano Escuela de Marketing & Negocios Internacionales
Universidad Sergio Arboleda.