El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón consideró ayer que es innecesario buscar financiación externa para hacer frente a la logística de la próxima liberación de seis rehenes en poder de las Farc, pues el país está preparado para abordar esta tarea.
“Francamente no es necesario buscar quien financie nada.
Si nos dicen mañana dónde están (los rehenes) podemos enviar helicópteros militares o cualquier aeronave”, aseguró el Ministro en el aeropuerto militar de Catam antes de partir a un consejo de seguridad en Caucasia (Antioquia).
Con esta aseveración, el funcionario respondió a la campaña de colecta anunciada el pasado domingo por el colectivo civil de Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP) para recaudar recursos de “grandes empresarios” con los que se pagaría el alquiler de los helicópteros.
La líder de esta agrupación, la exsenadora Piedad Córdoba, aseguró que esta iniciativa puede ser la salida a la postura del Gobierno, contraria a que otro país facilite los medios de transporte para la esperada misión humanitaria, que aún no tiene una fecha prevista.
Así se podrá “evitar preocupar a otros Gobiernos y la desconfianza que se cierne sobre la posibilidad de que sean naves colombianas”, apuntó Córdoba.
Pinzón reiteró que el Gobierno colombiano tiene la intención, la disposición y la capacidad de “traer a esas personas sanas y salvas a sus hogares lo antes posible, sin seguir en este espectáculo mediático en el que todos los días lanzan una idea y juegan con estas personas”.
“¡Libérenlos ya, libérenlos ya!”, exhortó, antes de agregar: “Vamos por ellos y usamos los protocolos que haga falta, esa es la voluntad del Gobierno”.
El titular de la Defensa comentó que probablemente esta semana se volverá a reunir con el Comité Internacional de la Cruz Roja para avanzar en la configuración de un protocolo de seguridad a la medida del proceso de liberación.
En el pasado, Venezuela y más tarde Brasil prestaron estos servicios, mediante los cuales fue posible que las Farc entregaran de manera unilateral a una veintena de políticos, militares y policías en su poder. Los rebeldes mantienen aún cautivos a once uniformados.