Con una cobertura pensional del 30 por ciento, colombianos que están viviendo hasta 110 años y congresistas pensionados por 28 millones mensuales, es necesaria una reforma pensional.
Aunque este Gobierno ha preferido plantear, inicialmente, una reforma tributaria, y el Ministro de Trabajo ha dicho que en julio del 2015 se presentaría una modificación al sistema general de pensiones, el país necesita, cuanto antes, una reforma pensional. Existen grandes retos que tiene el sistema pensional los cuales inciden tanto en la calidad de vida de los colombianos en su edad adulta como en la sostenibilidad misma del sistema pensional en Colombia.
Veamos a continuación las variables básicas que deben ser consideradas para entender y dimensionar el asunto:
1. Empleo de calidad: El empleo es el vehículo que permite a los trabajadores cotizar de manera continua, y alcanzar así, los requisitos para acceder a una jubilación. No es suficiente aumentar el empleo, es necesario proporcionar las condiciones adecuadas para que las empresas generen empleo continuo y no temporal. De lo contrario, será realmente difícil para un trabajador cumplir requisitos de semanas mínimas cotizadas (Colpensiones) o de capital requerido (Fondos Privados). La realidad laboral, particularmente compleja para quienes superan los 50 años, representa un obstáculo para cumplir los requisitos de edad y semanas mencionados.
2. Cobertura: En nuestro país la cobertura llega, escasamente, al 30 por ciento. Esto significa que una proporción muy baja de colombianos alcanza a jubilarse. Fasecolda publicó recientemente un estudio donde evidencia el impacto de la baja densidad de cotización, es decir, el problema de cotizar de manera intermitente y no continua, situación que acentúa, la posibilidad real de pensionarse. Para ampliar la cobertura pensional no es suficiente tener empleo, sino que este sea estable.
3. El aumento en la esperanza de vida: El incremento en la expectativa de vida, fenómeno a nivel mundial y de gran incidencia en materia pensional, tiene efectos directos sobre nuestra realidad pensional. El Estado tendrá entonces que destinar mayor cantidad de recursos y por más tiempo para el pago de los jubilados. Aunque parezca increíble, en Colombia la esperanza de vida ha aumentado de manera considerable, incluso, con personas que viven hasta los 110 años.
4. Desequilibrio e inequidad pensional: El mayor ejemplo de inequidad pensional son los magistrados y congresistas, quienes reciben mesadas superiores a 20 millonarias frente a un colombiano promedio que recibe menos de un millón de pesos mensual.
5. Subsidios a la capa poblacional de menos ingresos: Sin duda es necesario replantear la forma como se distribuyen los subsidios en el régimen de prima media (Colpensiones). Es decir, es necesario concentrar el aporte del Estado en quienes tienen menor ingreso. Es clave mencionar que la finalización este año del régimen de transición apunta a dicho propósito, pero aún es insuficiente.
Por otra parte, es importante considerar lo que están haciendo países como Alemania, Inglaterra, Francia y España buscando minimizar los riesgos de sostenibilidad de sus sistemas pensionales, con medidas como: a) incrementar la edad de jubilación, b) igualar edades de pensión para hombres y mujeres, c) aumentar el tiempo que se toma como base para calcular la pensión.
Como investigador pensional, pienso que una reforma en Colombia debe tener en cuenta, fundamentalmente, los siguientes puntos como plataforma de discusión:
Edad: No aumentar la edad de jubilación. Esto significaría alejar la posibilidad de incrementar la cobertura pensional.
Requisitos: En mi opinión, las semanas exigidas actualmente son acordes a nuestra realidad, aumentarlas afectaría la cobertura porque menos personas podrían acceder a una mesada.
Aumento del tiempo base de liquidación: Entendido como el número de años que se toman como factor de cálculo de la mesada. Es pertinente aumentar gradualmente la base sobre la cual se realiza el cálculo de pensión, incrementándola a un periodo mínimo de 15 años. Hoy se toman los últimos 10 años o toda la vida lo que más le convenga a la persona.
Mayores incentivos al ahorro con destinación específica para la pensión: Partiendo del hecho que se reduce sustancialmente el ingreso familiar al momento de pensionarse (hasta en 80 %), denominado este fenómeno como Brecha pensional, se hace necesario diseñar instrumentos de ahorro desde la juventud con destinación específica a la vejez.
Planes de educación pensional: Desde los colegios y universidades deben existir cátedras dirigidas a la cultura del ahorro, buscando crear conciencia de la importancia del ahorro y la disminución del consumo en el corto plazo.
Para un país es esencial el ahorro a largo plazo.
Privilegios: Es necesario cuanto antes eliminar los privilegios pensionales exagerados. Ese dinero puede utilizarse para pagar mesadas a una mayor cantidad de personas, aumentando la cobertura y/o seguir fortaleciendo el pilar solidario.
Subsidios: Se deben concentrar en los menores ingresos. En resumen, el Gobierno debe proponer pronto una reforma pensional, la cual debe ser discutida con las centrales obreras, los gremios, la academia y el congreso, con el único propósito de pensar en el futuro y en la estabilidad pensional de las nuevas generaciones.
Marcelo Duque Ospina
Director de ‘Cómo me Pensiono’.