En Colombia, Muhammad Yunus, premio nobel de paz 2006, ha replicado el modelo de negocios sociales, que son básicamente iniciativas cuyo fin es resolver alguna problemática social, y no generar utilidades.
Estos proyectos productivos se pueden aplicar en muchos sectores y, a su juicio, pueden jugar un papel importante para la etapa de posconflicto en Colombia.
Sobre este y otros temas, Yunus habló con Portafolio.
¿Por qué se dio ese cambio de enfoque, al pasar de microcrédito a un espectro más amplio que son los negocios sociales?
En cuanto al microcrédito, hemos trabajado de manera continua en todo el mundo, tenemos programas en muchos países e incluso en Estados Unidos. No es que nos hayamos salido del microcrédito para hacer solo negocios sociales, porque ambos son temas integrados, muchos microcréditos están concebidos como un negocio social, pero hay otras posibilidades, como agricultura, salud, medio ambiente, entre muchos otros.
¿Tienen planes de hacer alguna otra alianza con entidades colombianas para microcrédito?
Pues si alguien nos invita y consideramos que piensan en la misma línea que nosotros, estaremos muy contentos de ayudar a quienes quieran desarrollar iniciativas de microcrédito.
¿Cuál es la diferencia entre un negocio social y un negocio socialmente responsable?
Son terminologías que pueden confundirse. La responsabilidad social empresarial es caridad, pues simplemente se toma una parte de las ganancias de una compañía y se les da a las personas de distintas maneras. Todos los negocios dicen ser responsables socialmente y deberían serlo, pero son dos temas diferentes. Un negocio social es una empresa sin dividendos, que está enfocada en resolver un problema social. Esa es su vocación, aunque lógicamente debe recuperar sus costos de operación. Mientras tanto, las que son socialmente responsables son para hacer dinero, tienen ganancias personales.
En ese sentido, ¿por qué un negocio social resultaría interesante para una compañía tradicional?
¿Por qué ellos crean fundaciones? Es lo mismo, entonces cualquiera podría tener negocios sociales.
¿Qué obstáculos hay al desarrollar estas iniciativas?
No creo que haya grandes obstáculos, igual es un tema de tiempo para que la gente lo entienda. Cuando empiezan a verse ejemplos de lo que se ha hecho, y de lo que se puede hacer, se despierta la curiosidad y el interés en las otras personas. No es necesario que alguien de afuera venga a inventar cosas, aquí se pueden aplicar y les ayudamos a las personas sobre cómo hacerlo.
¿Cómo se mide la rentabilidad del negocio y cómo hacerlo sostenible?
Si estamos hablando de rentabilidad financiera, nada tiene que ver con este esquema. Aquí, los beneficios son sociales, pues por definición tienen que resolver un problema de la sociedad. Lo que se busca es que el dinero que se genera pueda invertirse nuevamente, de manera responsable, y con alto impacto.
¿Qué aporte pueden hacer los negocios sociales al posconflicto en Colombia?
Todas las energías en este momento están volcadas en cómo conseguir la paz, pero ¿qué vamos a hacer cuando llegue? Hay que cambiar la vida de las personas que estuvieron en el conflicto, es gente que ha perdido mucho y que tiene que recuperarse. Ahí los negocios sociales son importantes, la clave es ayudar a las personas a que sean creativas y a que le aporten a la sociedad. Si no se les apoya para que se empoderen, habrá que traer dinero de muchas otras fuentes, del Gobierno, de las empresas y en general de la caridad, pero eso no es una solución. Un ejemplo es Campo Vivo, les ayuda a las personas a que se vuelvan personas de negocios y productores, hay multinacionales que apoyan con tecnología y muchas otras cosas. No es gratis, pero hay una relación de negocios en la que cada jugador tiene su propio rol.
LAS INICIATIVAS APLICADAS EN COLOMBIA
El área de negocios sociales de Yunus trabaja en Bogotá, Atlántico, Caldas, Cundinamarca y Magdalena, y desarrollan labores con tres tipos de emprendedores: individuales, comunitarios y corporativos.
En el mundo, tienen presencia en otros seis países. Ya tienen en marcha 26 negocios sociales y han brindado su apoyo a más de 400 emprendedores. Han canalizado 7,4 millones de dólares y se han creado cerca de 1,000 empleos directos.