Desde el mes de junio, la cotización del dólar ha subido cerca de $300, impulsada por las difíciles e inciertas condiciones que se están viviendo en los mercados mundiales. Los efectos negativos que ha tenido la cartera subprime sobre el mercado de capitales han abarcado los mercados de renta fija y renta variable alrededor del mundo. La percepción de mayor riesgo y el temor a las cuantiosas pérdidas que se deberán generar en los mercados externos, es lo que ha permitido que el dólar nuevamente se aprecie frente a las monedas de países emergentes. En general, los inversionistas extranjeros tienden a buscar inversiones menos riesgosas tales como los bonos del tesoro de los Estados Unidos, generando así una liquidación de posiciones en países emergentes y la toma de posiciones más conservadoras pero indexadas a la moneda base internacional que es el dólar americano. ¿Hasta cuándo se podría mantener esta tendencia devaluacionista del peso? Es muy difícil predecir el comportamiento de cualquier divisa. Sin embargo, la situación de los Estados Unidos no es muy alentadora y una crisis profunda y de altas y perversas repercusiones no es nada descartable en este momento. Sin embargo, no hay que olvidar que Colombia sigue creciendo a tasas altas y muy atractivas para los inversionistas externos, y que durante el último trimestre del año se observan altos niveles de reintegros de divisas por exportaciones de crudo, flores y por remesas. Los empresarios colombianos, ya sean exportadores o importadores, enfrentan diferentes tipos de riesgos y uno de ellos es el cambiario. Nuestra invitación al empresariado colombiano es que elimine o controle al máximo dicho riesgo, descartando al máximo la incertidumbre en su negocio y no permitiendo que el riesgo cambiario dañe ostensiblemente su margen de rentabilidad. Los diferentes instrumentos de cobertura que ofrece el sistema financiero tales como forwards, OPCFs, Opciones y Swaps, entre otros, son la base para una adecuada administración de riesgos financieros, entre ellos el de tipo de cambio. otros países, mantenemos un constante flujo comercial con el mundo y la idea de una aldea global es un hecho ineludible. Es por ello que Bancóldex, a través de su línea de crédito aProgresar, apoya la búsqueda de mayores y mejores estándares de productividad y calidad de las empresas colombianas. Creemos firmemente en el paso esencial que deben dar los empresarios colombianos hacia una internacionalización más dinámica y sólida basada en excelentes productos, buen servicio y con precios competitivos. Es aquí donde surgen muchas inquietudes dentro del empresariado colombiano: ¿Con la caída del dólar podemos ser competitivos? Creemos que sí lo podemos hacer. Si comparamos nuestros precios de intercambio frente a otras monedas de la región estamos en situaciones similares. La clave está en basar nuestros rendimientos en productividad y no en la sostenibilidad del dólar frente al peso. No hay que olvidar que la apertura de nuevos mercados también puede ser la base fundamental del éxito para las empresas colombianas. Debemos mirar más hacia el sudeste asiático, Europa e incluso hacia otras naciones sudamericanas y centroamericanas.
POR:
octubre 31 de 2007 - 05:00 a. m.
2007-10-31
2007-10-31

Lo más leído
Siga bajando
para encontrar más contenido