Cuando Gorbachov asumió el liderazgo en la URSS, liberó al Nobel Sájarov, preso por denunciar violaciones a los derechos humanos. Los analistas internacionales destacaron su rostro amable y las revistas de moda se solazaban con la elegancia de Raisa, su esposa, pues era muy cercana a la moda occidental.
Gorbachov desencadenó entonces los procesos de reforma del sistema económico, a lo que denominó Perestroika, y de apertura del sistema político denominado glasnots, pero tales procesos lo desbordaron, el sistema se colapsó y la 'nomenklatura' burocrática del Partido Comunista y la KGB (de la que fue jefe Vladimir Putin) se apropiaron de las empresas públicas -ahora privatizadas- y concentraron el poder político.
Resultó claro, que la gran simpatía que generaba el líder soviético en el exterior era inversamente proporcional al progresivo deterioro de su control interno del poder hasta ser forzado a renunciar, tras un amago de golpe de Estado que llevó a Boris Yeltsin al poder. De esta experiencia concluyeron los chinos, cubanos y vietnamitas, que si se abre la compuerta del cambio político y económico se puede generar un proceso sin reversa que lleve al colapso del sistema, y por ello han decidido abrir las puertas a la inversión extranjera, manteniendo el control absoluto del poder.
Haciendo uso agresivo de las tecnologías de la información y apoyado en una amplia red de organizaciones sociales y adherentes jóvenes, Barack Obama llegó hace un año a la presidencia de Estados Unidos dejando en el camino a Hillary Clinton y a John McCain, que representaban el establecimiento tradicional de Washington; pero un cambio tan profundo y rápido no ha sido asimilado por los republicanos, que han desencadenado una agresiva campaña de deslegitimación.
Obama ofreció modificar las prácticas violatorias de los derechos humanos y ordenó cerrar la prisión de Guantánamo, donde prisioneros musulmanes permanecen sin juicio y no están cobijados por las leyes estadounidenses, pero no ha encontrado países que acepten recibirlos, hay resistencia a que ingresen a cárceles de E.U., y como la mayor parte de ellos son yemeníes, si se los devuelve a su país podrían ser un elemento galvanizador de los terroristas.
El Presidente ofreció respetar el ordenamiento internacional, hecho notable después de que George Bush invadió Irak sin autorización de las Naciones Unidas, y sin que el argumento de la presencia de armas de destrucción masiva se confirmara en la realidad. Obama ha pronunciado memorables discursos en Estambul y Egipto, llamando a la reconciliación con los árabes y declarando que no los considera sus enemigos, pero ello no ha desactivado la agresividad de Al Qaeda, y en Navidad, casi se repite un grave atentado en un avión.
La victoria del candidato republicano en reemplazo del fallecido Edward Kennedy ha dejado a Obama expuesto al bloqueo republicano a su reforma a la salud, y la persistencia del desempleo le está pasando una grave factura, así él no sea culpable de la crisis financiera.
Al mismo tiempo que Obama goza de una elevada popularidad en el mundo, en su país se pone en duda su nacionalidad, se invita a asesinarlo y se lo ridiculiza de manera pérdida. ¿Estará recorriendo el camino de Gorbachov?