Darle independencia al regulador de telecomunicaciones, incentivar la competencia en el sector y facilitar el despliegue de infraestructura son algunos de los temas clave para impulsar la adhesión de Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).
Así se desprende de un estudio de la entidad, como parte de los análisis que está haciendo sobre las prácticas colombianas en distintas actividades y cómo estas pueden adaptarse a los estándares del sofisticado grupo de naciones.
Aunque reconoce los avances logrados en eliminación de barreras de entrada al sector, considera que la falta de independencia del regulador (la Comisión de Regulación de Comunicaciones, CRC) puede limitar el desarrollo.
Esto, teniendo en cuenta que entre sus comisionados hay funcionarios del Gobierno, y que la Nación posee el 30 por ciento de uno de los grandes jugadores del sector (Colombia Telecomunicaciones).
Por eso, y en primer lugar, propone que la entidad sea completamente independiente del Gobierno, con comisionados con un periodo entre 5 y 6 años. Igualmente, sugiere una fusión con la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV).
“Ha de dotarse a la CRC de verdaderas facultades para fomentar la competencia, con objeto de que todos los hogares y empresas puedan beneficiarse del acceso a los servicios telefónicos y de Internet en aras de un mayor crecimiento económico”, dijo Ángel Gurría, secretario general del organismo.
Por ello, plantea darle más dientes a la CRC, de manera que pueda imponer sanciones mucho más fuertes, y que la cuantía de las multas sea alta, con lo cual ayude a disuadir a las empresas de las conductas objeto de sanción.
La Ocde señala que en Colombia los niveles de adopción de banda ancha y de telefonía fija siguen siendo bajos para un mercado competitivo y en relación con sus países miembros.
Para avanzar en este frente, plantea varios temas.
Por ejemplo, que la financiación del acceso a las TIC de las personas con menores ingresos ya no se haga vía estratificación (es decir, que los estratos altos subsidian a los bajos), sino que los recursos deben salir directamente del Estado, así como la financiación del FONTIC, para que no corra por cuenta de los operadores.
Entre tanto, señala que debe buscarse la forma de que en los servicios móviles se desmonte el IVA (impuesto ‘al lujo’).
En materia de competencia, advierte que la concentración en móviles y televisión paga es alta en relación con la Ocde y los estándares regionales.
Por eso, insiste en que se elimine la diferenciación de tarifas de las llamadas hechas en una misma red, y que se incentive la llegada de más jugadores al sector, dándoles más prioridad en la asignación del nuevo espectro.