El hombre, apellidado Wang, de 56 años, sufría paraplejia en las piernas después de una hemorragia cerebral ocurrida hace dos años, y parece haber recuperado la capacidad de andar gracias a su febril afición al mercado de valores. Apenas podía caminar, declaró Wang a los periodistas. Explicó que los médicos le aconsejaron ejercicio para intentar recuperarse, aunque él, desanimado, se negaba. A finales del 2006, en plena ebullición de las bolsas chinas, mientras el índice general de Shanghai registraba un crecimiento anual del 130 por ciento, Wang siguió la sugerencia de algunos amigos e invirtió parte de sus ahorros en el mercado de valores, donde empezó a conseguir ganancias durante meses consecutivos. Estaba emocionado al ver que tanta gente estaba haciendo dinero, afirmó, por lo que empezó a seguir con verdadera pasión la evolución del mercado de valores chino, quinto mayor del mundo y con más de 100 millones de cuentas de inversión suscritas Para evitar el costo del bus, Wang se desplazó cada día, con muletas hasta la oficina de su corredor de bolsa y tras meses de ejercicio ya casi puede correr, según la prensa local. EFE CADA VEZ SON MAS China alcanzó por primera vez los 100 millones de cuentas de inversión bursátil, en un contexto de fiebre inversora en el que cada día se abren cerca de 200.000 nuevas cuentas, a menudo por la transferencia de ahorros individuales al mercado de valores, señaló el diario oficial China Daily.
