Esta norma fija parámetros claros de seguridad en las piscinas, entre ellos, la instalación de dispositivos especiales, letreros de advertencia y presencia de personal salvavidas entrenado en reanimación cardio-pulmonar.
De ahora en adelante, así un adulto esté junto a los menores de edad, no se exime a los responsables de los establecimientos donde se ubique el estanque de la presencia de suficiente personal de rescate salvavidas para atender cualquier emergencia.
El agua deberá permanecer limpia y sana y habrá en el área del sitio de baño por lo menos dos flotadores circulares con cuerda, un bastón de gancho y un botiquín de primeros auxilios. De igual forma, servicio las 24 horas del día de un teléfono o citófono para llamadas de emergencia y un letrero visible, de colores vistosos y letra grande, de la profundidad máxima de la piscina.
Así mismo, debe haber personal salvavidas debidamente entrenado en las horas de funcionamiento de la piscina. La nueva Ley establece que este personal de rescate no será inferior a una persona por cada piscina y uno por cada estructura similar.
Cifras que preocupan
En Colombia, la asfixia por inmersión es la primera causa de muerte accidental en niños menores de 4 años. La mortalidad por ahogamiento ha llegado a casi 400 casos al año en niños de 0 a 14 años. En el mundo, es la segunda causa principal de muerte en esta edad.
A la falta de conocimiento de los adultos sobre los riesgos que representa dejar a un niño solo en una piscina, se suma el aumento inusitado de la construcción de éstas en unidades residenciales y hasta colegios.
Una tragedia en la piscina
Santiago Rivera y Mariana Novoa se ahogaron en silencio. Atraídos por la piscina, se lanzaron a su propia muerte pues, cuando intentaron salvarlos ya era demasiado tarde.La tragedia de estos pequeños motivó la creación de dos fundaciones que llevan sus nombres y que buscan educar a otras familias para que conozcan los riesgos de lesiones severas y muerte por ahogamiento, y cómo prevenir esta clase de accidentes.
"Si bien las piscinas y las actividades que se realizan en el agua son un medio ideal para el desarrollo de importantes habilidades motrices y deportivas en nuestros niños, también pueden convertirse en el lugar más peligroso si no cuenta con las medidas de seguridad necesarias, ni se hace uso adecuado de ellas, sobre todo en lugares residenciales donde los niños circulan libremente", sostiene Pilar Molina, directora de la Fundación Santi Rivera.
"Un niño pierde conciencia luego de estar sumergido por dos minutos y ocurren daños irreversibles en su cerebro a partir de los 4 a 6 minutos (...) La gran mayoría de los niños que se ahogaron en piscinas fueron vistos por última vez dentro de la casa", afirma la médica pediatra Olga Lucía Baquero Castañeda, miembro de la mesa de prevención de accidentes de la Sociedad Colombiana de Pediatría.
Entre estas dos organizaciones se adelantaron las diligencias para sacar adelante la Ley sobre piscinas seguras.
Dispositivos de seguridad en el agua
Donde haya una piscina, la norma obliga a instalar barreras de protección y control de acceso a esta (cerramientos), detectores de inmersión que se activan inmediatamente un cuerpo de más de tres kilos cae, sistemas de seguridad de liberación de vacío y cubiertas antiatrapamientos.
Hugo Díaz, experto en el tema, explica el por qué y para qué de estos aparatos:
- Cerramientos: Estudios demuestran que la instalación y el uso apropiado de barreras de protección y control de acceso previenen entre el 50 y el 90 por ciento de los ahogamientos e incidentes por inmersión. Los expertos afirman que el cerramiento de piscinas y estructuras similares debe ser mediante barreras de seguridad con puertas autoajustables y autoasegurables.
- Cubiertas antiatrapamientos. El atrapamiento sucede cuando parte del cuerpo de un niño es atraído a un drenaje, producto de una potente succión del sistema de circulación de agua, o cuando se introduce un brazo o una pierna por una rejilla o cubierta averiada o fuera de lugar. También hay eventos de atrapamiento cuando el cabello, el vestido de baño holgado, cadenas o collares se enredan con el drenaje o un objeto bajo el agua (escalera). Un tercer tipo de atrapamiento es causado por la succión del niño cuando se sienta sobre un drenaje descubierto. Las cubiertas o rejillas antiatrapamiento para ductos se recomiendan para prevenir la succión del cuerpo o del cabello hacia el drenaje, y los sistemas de seguridad de liberación de vacío son un dispositivo de protección adicional que detecta cualquier bloqueo de un drenaje y automáticamente elimina la succión para prevenir el atrapamiento.
- Detectores de inmersión. Estas alarmas, que se activan cuando alguien ingresa clandestinamente a la piscina (más concretamente al estanque), pueden alertar a las personas encargadas del cuidado del niño o a quienes presten vigilancia en los condominios donde existan piscinas y estructuras similares.
¿Qué hacer en caso de emergencia?
Saber nadar no es prenda de garantía para la prevención de accidentes. La pediatra Olga Lucía Baquero aconseja los siguientes pasos para actuar en caso de que ocurra un ahogamiento:
- Entre al agua y saque al niño. Colóquelo sobre una superficie firme con la boca hacia arriba. Vigile si respira o no.
- Si respira y está tosiendo, colóquelo de medio lado (posición de recuperación) y solicite ayuda.
- Si no respira, inicie reanimación cardio-pulmonar básica: respiración boca a boca por un minuto y, posteriormente, solicite ayuda o pídale a alguien que lo haga mientras usted prosigue con la maniobra.
- La reanimación continúa con masaje cardiaco y respiración boca a boca.
- Si el infante se recupera y tose, ubíquelo en posición de recuperación. La reanimación cardiopulmonar permite continuar oxigenando el cerebro a través del envío de sangre desde el corazón.