Durante junio pasado, el índice de precios al productor (IPP) tuvo una variación negativa, presionada por la agricultura y la minería.
Así se desprende de las cifras que entregó ayer el Dane, según las cuales dicho indicador retrocedió 0,33 por ciento.
Este nivel es 0,57 puntos inferior al de hace un año, cuando se ubicó en 0,24 por ciento.
Así, la variación del IPP en el primer semestre del año se ubicó en 3,61 por ciento, tasa muy superior a la de la primera mitad del 2013, cuando estaba en 0,6 por ciento.
Y, al ver la película completa del último año, el resultado es un aumento de 2,6 por ciento en el índice, mientras que en los últimos doce meses hasta junio del 2016, la cifra era negativa.
Según las cifras del Dane, durante junio los mayores descensos en los precios se vieron en agricultura, con una baja de 1,39 por ciento. Esta situación tuvo que ver con las contribuciones negativas del café pergamino, las papas y las frutas cítricas.
Sin embargo, hubo incrementos en legumbres frescas, raíces y tubérculos y carne y despojos comestibles de aves.
Por su parte, en la minería la disminución del índice de precios fue de 1,42 por ciento. Los mayores descensos se produjeron en minerales de oro, platino y sus concentrados, así como en aceites de petróleo y gas natural.
En el caso de las industrias manufactureras, cuya disminución fue de 0,01 por ciento, hubo reducción en el índice de costos del aceite de palma y del palmiste, así como de los aceites refinados y de la carne de ganado bovino.
Visto desde otra perspectiva, hubo un mayor descenso en los bienes de consumo intermedio que en los bienes de capital y que en los materiales de construcción. En contraste, Los bienes de consumo final subieron en el mes.