Los conductores de 235.000 vehículos, en su gran mayoría taxis y camiones medianos pertenecientes a pymes, serían en últimas los más afectados con la imposición de esta sobretasa, propuesta por el presidente Álvaro Uribe. Arnulfo Ramírez es un taxista bogotano de 40 años que ya está inquieto con el tema pues, apenas está terminando de pagar la conversión de su vehículo, la cual le costó 3 millones de pesos. Ahora nos salen con el cuento de que le van a subir al gas y usted no sabe lo que eso va perjudicar a quienes creímos en que era más barato, dice asombrado. De acuerdo con estadísticas proporcionadas por la industria, el 39 por ciento de los vehículos convertidos a GNV son taxis, mientras que el 54 por ciento son particulares. Otro 7 por ciento son camiones. El tema de la sobretasa volvió a quedar sobre el tapete luego de que el presidente Uribe lanzó la propuesta en ese sentido en la más reciente cumbre de gobernadores en Bogotá. El anuncio ya empieza a calar entre autoridades municipales, que ven en ello una forma de mejorar los ingresos, para recuperar las respectivas mallas viales. Aunque aún no hay nada definido, el ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga, ha dicho que el tema se analiza para ver si se puede incluir en la agenda del Congreso, para el próximo periodo legislativo. Además de los usuarios, el anuncio tiene en alerta a las empresas dedicadas a la producción y distribución de este combustible, pues -según ellas- sería el marchitamiento de un negocio que comenzó a dar sus primeros pasos hace 22 años y en el que se han hecho inversiones que ascienden a los 650 millones de dólares. Incluso la señal tiene en suspenso planes de los fabricantes de vehículos de poner en el mercado carros fabricados a gas, ante la mayor demanda provocada por el plan de masificación. Claudia Milena Vaca, presidenta de Naturgás, gremio que reúne a las empresas del sector, sostiene que una sobretasa al gas tendría más perjuicios que beneficios. Además de restarle competitividad al GNV, estimularía el uso de combustibles más contaminantes como el acpm, el que además es subsidiado por el Gobierno. El galón del acpm cuesta 5.794 pesos y el gas equivalente (4 metros cúbicos) son 5.000 pesos, por lo que cualquier incremento en sus costos haría que se revirtiera su utilización, explica Vaca. Cualquier peso que se le suba al gas natural, le quita competitividad frente al uso del diésel, indicó la dirigente. PIDEN LA TASA PARA EL DIÉSEL Los réditos económicos tampoco serían muchos, porque según las cuentas del sector, si se le sube medio punto a la sobretasa al diésel que es de 6 por ciento, se lograrían los recursos (49.000 millones de pesos) que se obtendrían con una sobretasa del 6 por ciento al GNV, debido a que la base de automotores que se mueven con acpm es mucho más amplia. Fabián Gómez, presidente de Gazel, mayor empresa distribuidora de GNV del país, aporta más argumentos. Los usuarios de los estratos uno, dos y tres se están ahorrando 450 millones de dólares al año con el uso de este combustible. WILABR
Finanzas
27 may 2008 - 5:00 a. m.
Preocupa la sobretasa al gas
El gas, el único combustible relativamente económico que tiene el país, también podría subir de precio. Sin embargo, el incremento no se dará por escasez mundial o por especulación en las bolsas: el Gobierno anunció que le aplicará una sobretasa, cuyo porcentaje aún no se ha definido.
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