Acorde con las normas vigentes, al ser un terreno donde existen explotaciones tradicionales de minería informal, la decisión de la autoridad minera implica que tras esta delimitación, de manera temporal, no se admitirán nuevas propuestas sobre todos o algunos de los minerales ubicados en dichas zonas.
Estas áreas de reserva especial (ARE) se delimitan y declaran para elaborar estudios geológicos y mineros que permitan identificar su potencial para el desarrollo de proyectos estratégicos para el país. Dichos análisis son financiados por la ANM, y mientras esto ocurre los mineros siguen trabajando en el sector.
Si en la zona especial los estudios evidencian potencial geológico y minero, se celebrará un contrato especial de concesión con la comunidad minera beneficiaria.
Si no hay potencial, se propondrá un proyecto de reconversión para ofrecerle a la comunidad un proceso de articulación con las autoridades competentes para buscarles alternativas laborales a los mineros, así como la readecuación ambiental y social del área en cuestión.
La ANM adelanta el trámite de 38 solicitudes de declaración de área de reserva especial.