Gavin Wilson, director ejecutivo del Fondo de Gestión de Activos (Asset Management Company, (AMC) por sus siglas en inglés), y que ha invertido en Colombia en los últimos años en las transacciones del Grupo Sura, Petronova y socio de Corpbanca, entre otras, habló para Portafolio de los planes de expansión de activos en el país y la región.
AMC es una subsidiaria de propiedad absoluta del IFC, organización que pertenece al Banco Mundial, que se creó en el 2009 para invertir capitales de terceros en países en desarrollo.
¿Cuál es la razón por la cual AMC ha invertido en los últimos años en Colombia?
Porque Colombia, al igual que América Latina, tiene buenas oportunidades de inversión, con buen crecimiento y poco riesgo, en la mayoría de los casos.
¿Cómo es la financiación que ofrecen?
Les proveemos capital adicional para que vayan a un nivel más alto. Un clásico ejemplo fue lo que hicimos con el Grupo Sura.
Nosotros quisimos que uno de los proveedores de capital ayudara al Grupo Sura con 200 millones de dólares para completar la adquisición de ING aseguradora y fondo de pensiones, que maneja activos en algunos países de América Latina.
Le proveímos capital para completar la transacción, ayudar a las compañías a crecer, pero también a completar las transacciones y que los tratos se hagan.
En el país están en el sistema financiero y petrolero, ¿buscarán negocios en otros sectores?
Nosotros invertimos solo en los negocios del IFC, no tenemos nuestro propio desarrollo de negocios.
IFC genera el flujo de trabajo con relaciones y experiencias, y miramos en cuales de ellos podemos traer algún capital adicional.
En Colombia, el sector financiero constituye el portafolio más amplio y en los últimos años hemos diversificado apoyando a empresas en sectores estratégicos como manufactura, infraestructura, agroindustria, industria extractiva, entre otros.
Queremos diversificar tanto en sectores como en regiones.
Aquí ya hemos invertido 1.483 millones de dólares, es el tercer país después de Brasil y Argentina en la región, y el octavo entre las 114 economías emergentes donde el IFC tiene inversiones en el mundo.
¿Y el interés en América Latina?
La región está muy bien económicamente y los inversores nos piden hacer negocios aquí en varios sectores y en subregiones, o nosotros se los proponemos.
Queremos un buen portafolio en América Latina con buenos retornos a mediano plazo, queremos diversificar porque no queremos poner todo en un solo país y hacer un buen uso de la inversión.
Como gerentes de los fondos, uno de los factores más importantes que miramos es el riesgo del país y la buena noticia es que el riesgo se redujo mucho en la región.
Estamos muy satisfechos de invertir en el país y en la región, y el Fondo África, Latinoamérica y Caribe (Alac) tiene 1.000 millones de dólares.
¿Ustedes buscan los negocios, pero las compañías también pueden proponerlos al AMC?
Claro, algunas veces vemos una oportunidad, nos aproximamos a las compañías. Otras veces las compañías han escuchado acerca de AMC, y se acercan y nos proponen negocios.
Mucha empresas, industrias, vienen y hablan con nosotros, con los expertos en los sectores y nos interesa ampliar el portafolio.
¿Qué es el AMC?
Fuimos creados por el IFC en el año 2009, y lo que hacemos es conseguir dinero de terceras partes, fondos soberanos y de pensiones, y otros inversores.
Ayudamos al IFC a recoger más capital para los países en los que el IFC quiere invertir, y desde la perspectiva de la inversión de la tercera parte.
A los inversionistas les damos acceso a las inversiones del IFC en infraestructura, y a estructurar inversiones en países y mercados emergentes.
De otro lado, los inversionistas confían en nosotros y nuestras decisiones. Nosotros fuimos creados en 2009, nosotros estamos en Washington DC, trabajos muy cerca con el resto del IFC.
Aparte de financiamiento ¿prestan otro servicio?
También ofrecemos asesorías. Por ejemplo, asesoramos a los gobiernos en la agenda de reformas para mejorar el clima de inversión en el país a través de programas de simplificación administrativa.
PROYECTO CABLE SAN ANDRÉS
El proyecto en el cual está comprometido actualmente el IFC con el país consiste en la construcción y operación de un cable submarino de dos pares de fibra (con capacidad máxima de 952 Gbps y capacidad instalada inicial de 10 Gbps) y la infraestructura de la planta seca para proporcionar capacidad de banda ancha internacional por mayor y servicios para operadores de telecomunicaciones y compañías en Colombia, Panamá y América Latina.
IFC ha sido invitada por la CIFI (arreglista que lidera la transacción) y IIC para proporcionar financiamiento para 217 kilómetros de cable de fibra óptica submarino adicional y conectar Panamá con el existente cable de San Andrés.
El mismo también incluye refinanciar préstamos locales garantizados de bancos locales para la financiación original de EIA para el Cable de San Andrés.
Pedro Vargas Núñez
Subeditor Portafolio