Sin mencionar la palabra renuncia, el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Luis Genaro Muñoz, tomó la decisión de dejar el cargo. Sugirió iniciar un proceso de transición para que le nombren su reemplazo. Portafolio habló con el directivo cafetero.
¿Usted renunció al cargo de Gerente de la Federación o lo ‘renunciaron’?
Por mi propia iniciativa presenté al Comité Directivo de la Federación la conveniencia de un proceso de relevo. Tengo la profunda convicción que a través de instituciones sólidas y coherentes se puede ser mucho más efectivo para generar sostenibilidad y una mejor calidad de vida a los productores.
En ese orden de ideas los procesos de relevo deben ser ordenados e institucionales, es decir sin apresuramientos y reflejando los intereses de a quienes nos debemos, los productores. Por ello se tienen que anunciar con tiempo, para que los clientes internacionales y las demás partes interesadas sepan que se hacen bien, sin sobresaltos.
¿Qué lo llevó a tomar la decisión?
La tranquilidad de saber que colectivamente los cafeteros hemos generado un enorme valor para el sector, para la comunidad rural, para nuestros clientes y para Colombia. Se alcanzaron las metas de nuestro plan estratégico y dejamos acordados los retos al 2020 en nuestro plan estratégico y de sostenibilidad. Por ello tome la decisión.
¿Qué les responde a quienes opinan que con los cambios en el Comité su situación era insostenible?
Lejos de ser insostenible, la labor llevada a cabo junto con los cafeteros, sus líderes y un excepcional equipo de trabajo, ha sido en extremo gratificante. Basta con leer el unánime comunicado del Comité Directivo de ayer, para que salgan de ese error. Diferencias gremiales no es sinónimo de insostenibilidad.
¿Cómo le ha ido con los representantes de las ‘dignidades’?
Muy bien, he aprendido de ellos y los respeto por su decisión democrática de hacerse elegir y con esa legitimidad han contribuido con su valioso aporte a mejorar nuestros procesos de decisión gremial. También aprendí la importancia de una famosa frase de Churchill: “Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar; pero también es lo que se requiere para sentarse y escuchar”.
¿Su dureza con las conclusiones de la Misión Cafetera no son una reticencia al cambio?
Esa interpretación es errada. La Federación nunca ha sido reticente al cambio, ni a las mejoras, siempre que ellas signifiquen más valor para el caficultor. Una mirada a lo que se ha hecho en valor agregado, en denominaciones de origen, en reconversión cafetera y productividad aleja esa percepción. Hemos cambiado, hemos mejorado, y mucho. En lo que hemos sido firmes es que el interés supremo es el de los productores y a ellos nos debemos. Reaccionamos con fuerza por la amenaza que supone eliminar bienes públicos como la garantía de compra, que la misión se atrevió a proponer.
¿Se ha sentido incómodo por el inconformismo expresado por algunos comités con su gestión?
Para nada. Las críticas y observaciones siempre son bienvenidas y nos han servido para mejorar. Reitero que, yo lo que tengo es expresiones de agradecimiento a todos los productores, a los líderes gremiales.
Tengo inconformismo por la superficialidad de algunos ligeros o interesados analistas. Muchos de ellos desconocen a la Federación, lo que implican sus comités en las regiones, a Buencafé, a Cenicafé, a Almacafé, a las cooperativas de caficultores, a la institucionalidad en general y se debe ser sensato y serio a la hora de “tirarle piedras al árbol que da frutos”.
Se está anunciando un posible nuevo paro. ¿Lo ve factible y justificado?
Es entendible la preocupación del productor cafetero sobre el comportamiento de los precios.
Considero que el valor que genera el sector cafetero a la sociedad rural y a Colombia justifica la inversión en su sostenibilidad. Pero creo que es mucho mejor el camino de la concertación en el seno de las instituciones, que el paro.
¿Usted le ha pedido al Gobierno que reactive el subsidio, ahora que el precio interno ha caído?
En mi carta del fin de semana pasado ratifiqué la posición del Comité Directivo de la Federación expresada en el pasado mes de marzo en su carta al presidente Santos. Creo que el tema amerita discusiones profundas.
¿Qué le preocupa del negocio cafetero?
Mi principal preocupación es el proceso de adaptación a los tiempos modernos, de seguir vendiendo a mejores precios y producir para los nuevos formatos de consumo de forma eficiente y sostenible. Esa y otras preocupaciones quedaron plasmadas, con las de los productores, en el plan estratégico institucional aprobado por el pasado Congreso de Cafeteros. Pero los productores me preocupan antes que el negocio y me alarma el interés que genera el sector para ser víctima de presiones e intereses partidistas.
¿Qué cosas quiso hacer que no concretó?
Quisiera haber avanzado más en algunos frentes. Por ejemplo, en equidad de género en las últimas elecciones cafeteras, tener más mujeres caficultoras en los cuerpos directivos, en los temas de seguridad social para el campo, en los de relevo generacional y en los de eficiencia de la mano de obra.
¿Cuál cree que es su principal logro?
Sin duda la reconversión productiva. Es que 3.358 millones de árboles es mucho. Y a todos había que proveerles semillas, financiación y apoyo técnico. Creo que cambiamos la estructura productiva del café por una generación, y es sin duda un logro importante admirado en el mundo y que ya se ve en las cifras del crecimiento del PIB colombiano y desde luego en las del PIB agropecuario y la transparencia y efectividad de mi ejercicio gerencial.
¿Cuáles son las perspectivas de corto plazo?
Tenemos retos en los que tendremos que avanzar, como por ejemplo con productos financieros que nos ayuden a manejar el riesgo, que se adapten a las necesidades y flujos de caja de los productores.
¿Cómo ve a la caficultura colombiana en el futuro?
Yo creo firmemente, como lo creen productores de otros países, clientes y analistas internacionales, que la principal ventaja competitiva de la caficultura colombiana es la Federación de Cafeteros. Mientras tengamos una institucionalidad fuerte, legítima, que enfrente los grandes retos que tenemos, seré optimista.
LUIS FELIPE ACERO, GERENTE ENCARGADO
El Comité Directivo de la Federación Nacional de Cafeteros designó ayer al actual gerente administra- tivo, Luis Felipe Acero, en calidad de encargado de la institución. Los represen- tantes de los 15 comités departamentales, indicaron en un comunicado que, Acero asumirá el cargo el 1 de junio y, de inmediato, empiece el proceso de transición sugerido por Luis Genaro Muñoz, para que se inicien los trámites a fin de que el Comité Nacional, que se reúne a finales de noviembre próximo, designe al gerente titular del gremio agropecuario más importante del país.
El Comité Nacional destacó la labor cumplida por el gerente saliente, tras señalar que los logros en materia de reconversión de la caficultura, crecimiento de la producción y la productividad y el apoyo a la calidad del grano, son extraordinarios”.