Los centros comerciales, esas mecas del consumo que surgieron en los años 50, se están reduciendo a espacios casi vacíos en varias ciudades de Estados Unidos.
En el sector pobre del este de Charlotte, en el estado de Carolina del Norte, Eastland Mall, un centro comercial de casi 100.000 metros cuadrados, hace poco perdió varios de sus clientes clave, incluyendo dos tiendas por departamento. Las ventas por metro cuadrado han caído 27% desde 2001.
El centro comercial Metcalf South, en Overland Park, estado de Kansas, está languideciendo luego de que planes para convertirlo en un recinto comercial al aire libre fracasaran. Los almacenes que conectan a los dos mayores inquilinos ¿las tiendas por departamento Sears y Macy's¿ están casi vacíos, patrulladas por guardias de seguridad.
Con su laberinto de pasillos y plazoleta de comidas, los centros comerciales son desde hace mucho tiempo una presencia icónica, aunque a veces antiestética, en el paisaje minorista estadounidense. Unos pocos se hicieron famosos sólo por su gran tamaño, otros por la variedad de opciones de compra y pasatiempos sociales que ofrecían.
No obstante, la larga recesión está reduciendo los paseos de compras. Algunos analistas estiman que la cantidad de los llamados "centros comerciales muertos" ¿centros debilitados por ventas anémicas y altas tasas de desocupación¿ aumentarán a más de 100 para fines de este año.
En los 12 meses que terminaron el 31 de marzo, los centros comerciales de EE.UU. en su conjunto registraron un descenso de 6,2% en las ventas de sus inquilinos de más de un año, según Green Street Advisors Inc., una firma de consultoría de bienes raíces.
Los problemas de la industria se están intensificando. El debilitado tráfico de consumidores, y las consiguientes repercusiones en las ventas y ganancias de los inquilinos, llevaron a Standard & Poor's en abril a bajar las calificaciones de crédito del sector de tiendas por departamento. Eso llevó a dos de las principales empresas del rubro, Macy's Inc. y J.C. Penney Co., a territorio de chatarra y empujó a otros aún más bajo en esa categoría. Se prevé que Sears Holdings Corp., otro minorista por departamento presente en muchos centros comerciales, cierre 23 tiendas este mes y el próximo.
El 16 de abril, General Growth Properties, que posee más de 200 centros comerciales en EE.UU., se acogió a las leyes de bancarrota, principalmente debido a su fracaso para refinanciar miles de millones de dólares de deuda que está por vencer. Aunque la empresa afirmó que esto no afectará su negocio de los centros comerciales, analistas afirman que un proceso de bancarrota prolongado podría desanimar a los minoristas sobre renovar sus contratos de alquiler una vez que se venzan.
La gravedad de la recesión está convirtiendo a algunos centros comerciales que en su momento eran considerados como viables en bajas potenciales. "Cualquier centro comercial que esté con respirador artificial probablemente será desconectado" a medida que la economía se estanca, asegura Michael Glimcher, presidente de Glimcher Realty Trust, que posee 23 propiedades en EE.UU., incluyendo el centro comercial Eastland en Charlotte.
Una regla básica de la industria sostiene que cualquier centro comercial grande y cerrado que genera ventas de US$2.700 o menos por metro cuadrado ¿el promedio en EE.UU. es de US$5.000¿ está en peligro de fracasar. Según ese parámetro, Eastland es uno de los 84 centros comerciales muertos en una base de datos de 1.032 locales compilada por Green Street. Si las ventas minoristas continúan bajando al ritmo actual, la lista de centros comerciales muertos podría superar las 100 propiedades para fines de este año, según Green Street. Eso supera los 40 centros comerciales que se estima quebraron en 2006, antes de que comenzara la recesión.
Usualmente, los centros comerciales empiezan a decaer debido a pérdidas de empleo y otras presiones económicas en sus alrededores o por que abren un nuevo local cerca. La pérdida de inquilinos clave apresura la caída. Otro factor que le resta vitalidad a los centros comerciales es la creciente preferencia entre los consumidores por almacenes grandes, como los del mayor minorista del mundo, Wal-Mart Stores Inc.
Estas presiones, sumadas a las dificultades de los dueños de las propiedades para refinanciar deudas en medio de una sequía en el mercado de capital, auguran años duros para los propietarios de bienes raíces comerciales, incluso después de que repunte el consumo.
La mala racha no discrimina e incluso los minoristas de lujo, como Saks Inc. y Nordstrom Inc., han registrado descensos de dos dígitos en sus ventas mensuales en lo que va de 2009, en comparación con el año pasado.
El presidente ejecutivo de Saks, Stephen Sadove, está conversando con propietarios de centros comerciales sobre el cierre de algunas de las 53 tiendas Saks Fifth Avenue de la cadena. "La pregunta es: cree que los prospectos para una tienda o centro comercial determinado son positivos? Podrá generar ganancias a largo plazo?", dice.
Finanzas
28 may 2009 - 5:00 a. m.
La recesión podría cambiar el paisaje minorista de EE.UU.
Los centros comerciales han sido por años un ícono capitalistadel país, pero la caída en el consumo amenaza su presencia
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