Esta oferta se hace en respuesta al pedido de los países emergentes sobre la apertura a Europa de los mercados agrícolas, mientras que los europeos reclaman a los estados en desarrollo una liberalización de las importaciones industriales y a Estados Unidos, que recorte los subsidios a sus productores.
Salvaguardas pide G-33
El grupo de países que forman el llamado G-33, conformado por naciones en desarrollo (importadores netos de productos agrícolas) y algunos de sus líderes: China, India e Indonesia, defendió, así mismo, la necesidad de que se establezca el mecanismo de salvaguardas especiales para que la Ronda de Doha tenga una dimensión real de desarrollo.
El G-33 solicita que no se ponga en duda la necesidad de establecer un mecanismo de salvaguarda por el cual se elevarían los aranceles de forma inmediata en caso de que hubiera una entrada masiva de productos agrícolas o por una bajada drástica de los precios externos que pusieran en peligro a los agricultores locales.
"Es ahora o nunca, los dirigentes de los países desarrollados
deben demostrar que tienen el liderazgo necesario para establecer en esta fase final de negociaciones suficientes flexibilidades para los países en desarrollo", afirmó en rueda de prensa la ministra de
Comercio de Indonesia, Mari Pangestu, actual coordinadora del G-33.
"Para muchos de nosotros la agricultura no se refiere a una área
del comercio, es el sustento vital para millones de familias y por
eso debemos protegerla", agregó Pangestu.
De aplicarse, los aranceles podrían subir por encima de los
niveles anteriores a Doha.
Pangestu explicó que las flexibilidades no son aun todo lo
equilibradas que deberían ser entre los países ricos y los pobres,
dado que a su entender las salvaguardas y los productos especiales no son suficientes.
"Las salvaguardas y los productos especiales no equilibran a los
pobres con los ricos, se necesitan más flexibilidades", agregó.
Los productos especiales son aquellos artículos a los que los
países en desarrollo pueden aplicar excepciones al recorte general
acordado.
Según el último texto de negociación, los emergentes podrían
designar entre un 10 y un 18 por ciento de productos que quedarían fuera del recorte general.
Con respecto al acceso de mercado, la ministra aclaró que el G-33
es contrario a abrir indiscriminadamente sus mercados porque teme una avalancha de productos que acabarían con sus frágiles
estructuras agrícolas, por ello Pangestu dejó claro que "abrir los
mercados por abrirlos no nos sirve, queremos abrir mercados para que eso nos ayude a desarrollarnos, pero para ello necesitamos más flexibilidades que nos ayuden a equilibrar".
Por otra parte, el G-33 pide que se acaben los subsidios agrícolas que conceden los países ricos, lo que les diferencia del G-10, que es el grupo de los países desarrollados que también son importadores netos, liderados por Japón y Suiza.
"Queremos que se acaben los subsidios porque distorsionan el
mercado y son injustos", sentenció la ministra indonesia.
En el G-33 participan cinco países latinoamericanos: Cuba,
Panamá, Perú, Republicana Dominicana y Venezuela.
Bolivia denuncia marginación de países en desarrollo
De otro lado, el presidente boliviano, Evo Morales, denunció la marginación de los países en desarrollo en la Ronda de Doha de la OMC, que en lugar de la liberalización a su juicio debería promover "un comercio que contribuya al equilibrio entre los países, las regiones y la Madre Naturaleza".
"Las negociaciones de la OMC se han convertido en una lucha de los países desarrollados para abrir los mercados de los países en desarrollo en favor de sus grandes empresas", denunció Morales en un artículo publicado por el diario comunista francés "L'Humanité".
Explicó que para que la Ronda de Doha fuera la del desarrollo
como se pretende desde su lanzamiento en noviembre de 2001, debería en primer lugar "garantizar la participación de los países en
desarrollo en todas las reuniones", y terminar con los encuentros
"exclusivos".
A ese respecto, recuerda que sólo "un puñado de 35 países" han
sido invitados por el director general de la OMC, Pascal Lamy, a las reuniones informales en Ginebra para tratar de cerrar este ciclo
negociador.
El presidente de Bolivia alertó sobre que para países como el suyo,
"la erosión de las preferencias aduaneras (...) tendrá efectos negativos sobre la competitividad de nuestras exportaciones".
Ministros de una treintena de países clave de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) se reúnen esta semana en Ginebra para intentar destrabar las negociaciones de la Ronda de Doha que se mantienen sin avanzar desde hace siete años.