Con riesgo de desabastecimiento de agua en 110 de las 316 poblaciones, más del 27 por ciento de sus municipios afectados por incendios y con el peligro de perjudicar la economía nacional, la región central es una de las más golpeadas con la sequía que presenta el país.
La advertencia fue hecha ayer por el director ejecutivo de la Región Administrativa y de Planeación Especial (Rape), Carlos Córdoba Martínez. La Rape, creada hace un año, la conforman Bogotá, Cundinamarca, Boyacá, Meta y Tolima.
En Tolima, de acuerdo con cifras de la Corporación Autónoma Regional (Cortolima), más de 2.257 incendios han sido registrados de enero a agosto; en Cundinamarca 560 han afectado más de 10.300 hectáreas de 100 municipios, y 85 municipios de Boyacá se encuentran en alerta roja, según el Ideam.
Así mismo, el desabastecimiento de agua de la región central preocupa a las autoridades, pues, según cifras del Dane y de la Secretaria Distrital de Planeación, el 83 por ciento de los alimentos que ingresan a Bogotá provienen de esa región. La situación más grave de desabastecimiento se reporta en Facatativá. “Desde cuando se creó la Región Central venimos preparando una serie de acciones encaminadas a menguar los efectos del cambio climático. En este sentido, estamos en la consolidación del modelo PRICC (Plan Regional Integral de Cambio Climático) de la Región Central, que recoge experiencias de Bogotá, Cundinamarca y los otros territorios socios en esta materia, para articularlas y optimizar los recursos”, dijo Córdoba.
“Durante muchos años no priorizamos, ni en la planeación nacional ni en la planeación territorial, los impactos que podría traer el cambio climático y, por supuesto, no diseñamos acciones para su manejo. Hoy estamos enfrentando las consecuencias de esta falta de priorización”, subrayó Córdoba.