Con el mensaje de que el modelo de comercialización y no la revaluación es el asunto de fondo que se debe revisar en la floricultura, el empresario Luis Fernando Rada, del Grupo de Exportadores de Flores y Floricultores Asociados (Geefa), que reúne a pequeños y medios cultivadores de Antioquia, invita a ‘repensar’ el negocio.
Su propuesta, que ya cuenta con un estudio de factibilidad que apoyó la Gobernación de Antioquia, plantea el diseño de un esquema como el de los cafeteros o los bananeros, basado en pocas o una comercializadora con capacidad para garantizar la venta al exterior.
El empresario dijo que quienes se dedican a la floricultura deben entender que la revaluación es una variable difícil de manejar, por lo que la tarea se debe concentrar en mejorar la forma como opera la actividad y así garantizar el lugar de privilegio que tiene el país como exportador mundial.
Rada señala que si bien el Gobierno le ha dado la mano al sector como ocurrió en la administración Uribe cuando le otorgó 700.000 millones de pesos -pese a que algunos no lo usaron debidamente-, es hora de hacer un alto en el camino para no sacar ‘la ponchera’, porque cuando hay recursos se resuelve el pago de nómina y las deudas, pero no se solucionan problemas estructurales que pasan desapercibidos cuando hay un buen flujo de caja.
“Mientras el tema comercial siga como se está manejando desde Colombia, estoy seguro de que la floricultura no va a tener futuro. Lo que llegue por tasa de cambio es adicional y esta se mantendrá baja como ahora”, dijo Rada.
El empresario sostiene que desde hace una década, cuando la economía mundial empezó a demandar nuevas variedades de flores, las condiciones climáticas de regiones como la de Antioquia estimuló el crecimiento de pequeños y medianos empresarios dispuestos a aprovechar el buen momento, lo que en los últimos seis años ha provocado lo que denomina un ‘desorden del mercado’.
Copiar modelos Exitosos
“Estamos buscando que al igual que cafeteros y bananeros, la flor se comercialice por un gran canal para que ese intermediario se dedique a hacer los que sabe hacer, que es llegar a los mercados internacionales, avanzar en la cadena, conseguir nichos de mercado, mejores precios y que el productor se pueda dedicar a producir”, señaló. Lo que permitiría corregir el deterioro en la comercialización.