Desde muy temprano el martes, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que el Tesoro Nacional compraría los dólares que fueran necesarios para contener ese descenso, algo que en opinión de algunos analistas ayudó a que la divisa estadounidense subiera unos 15 pesos y su precio promedio se volviera a situar muy cerca de los 1.920 pesos.
"Nosotros no creemos que esta amenaza de intervención sea completamente creíble, por cuanto la capacidad de compra de dólares por parte del Gobierno es limitada dadas las altas necesidades de gasto en moneda local que mantiene. Tener un alto nivel de caja en dólares seguramente no resultará óptimo", precisó Daniel Velandia, Economista Jefe de Credicorp Capital Colombia.
Tanto el gerente del Banco de la República, José Darío Uribe, como el ministro Cárdenas son partidarios de tener un dólar más fuerte, muy cerca de los 2.000 pesos. Juan Pablo Espinosa, gerente de Investigaciones Económicas de Bancolombia, dijo que no era de extrañar la posición del Gobierno de salir a adquirir dólares, toda vez que las compras del Emisor, hasta 1.000 millones por los próximos tres meses, ya están incorporadas en los cálculos del mercado, por lo que no tendrán mayor impacto futuro en la divisa.
El dólar inició al alza en la jornada del martes hasta alcanzar un máximo de 1.924,3 pesos, 20 pesos por encima de la TRM del lunes, de 1.904,85 pesos. No obstante, se alcanzaron a escuchar operaciones a un mínimo de 1.912 pesos. Analistas del Banco de Bogotá dicen que pese a que las compras del Tesoro han sido reducidas, han logrado generar ruido. Pero advierten que "se debe tener en cuenta que la intervención del Ministerio de Hacienda tiende a ser de corta duración.
"El Tesoro compra dólares para dos propósitos básicos: sus operaciones de caja y para nutrir al Fondo de Ahorro y Estabilización (FAE). El promedio mensual de compras de dólares de ese fondo ha sido de 100 millones desde agosto del 2012", indicaron. Juan David Ballén, de Alianza Valores, agrega que no se puede perder de vista el efecto del rebalanceo del índice de renta fija de JP Morgan que hace prever ingresos hasta septiembre, de 5.000 a 6.000 millones de dólares, lo que presionará a la baja.