Cada campaña al Senado de la República costó este año en promedio 3.000 millones de pesos, según un estudio de Cifras y Conceptos divulgado hoy en Bogotá.
El documento, titulado Evaluación de las campañas al Senado de la República 2014, analiza el sistema de financiación electoral con el propósito de que los diferentes actores centren sus propuestas en favorecer una contienda electoral enriquecedora.
"El objetivo no fue cuestionar la legitimidad de las elecciones, sino estudiar el fenómeno y sacar ideas para mejorar la democracia del país en favor de un sistema democrático más influyente y transparente", advirtió el coordinador residente y humanitario de la ONU en Colombia, Fabrizio Hochschild.
El estudio, auspiciado por el Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), recoge las entrevistas de 43 candidatos tanto electos como no electos en las elecciones legislativas del pasado 9 de marzo.
El nuevo congreso colombiano se instaló el pasado 20 de julio con una mayoría de parlamentarios que apoya la coalición del presidente Juan Manuel Santos. Entre las novedades de esta legislatura estuvo la llegada al Congreso del partido de derechas Centro Democrático liderado por el expresidente Álvaro Uribe cuya lista cerrada logró elegir 20 senadores.
"El estudio ofrece recomendaciones para hacer campañas de calidad que acerquen a los políticos a sus votantes", resaltó Hochschild, quien reconoció que el "uso inequitativo del dinero" podría representar una de las mayores barreras de entradas a la política.
El informe, realizado entre los meses de mayo y julio, advierte que el Consejo Nacional Electoral (CNE) instauró un tope máximo por partido de algo más de 74.000 millones de pesos, de los cuales 740 millones corresponderían a cada candidato.
"Ninguno de los encuestados reconoció que compró votos", confesó el director de Cifras y Conceptos, César Caballero, al reconocer que en Colombia sí hay un margen de compra de votos pero no es "mayoritaria" ni "determinante".
La evaluación general del análisis identificó que un voto, sin mecanismos de fidelización, cuesta en promedio 40.000 pesos y otro, con una estructura de apoyo y "seguro" valdría 125.000 pesos.
El estudio concluyó que las listas cerradas serían "la mejor opción" para crear una democracia interna en los partidos políticos, recomendó la creación de un Tribunal electoral en el que recaiga toda la responsabilidad de los procesos electorales y la aplicación del voto electrónico con un sistema mixto, entre otros.
EFE