Tal vez lo más interesante de la última Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria- EOEA (versión no. 32) es observar que aquellos productores que durante el último año hicieron inversiones en adecuación de tierras y en infraestructura logística de procesos, perciben ahora una rápida mejoría de su situación económica.
Esta encuesta que fue realizada durante el tercer trimestre del 2007 (entre el primero y el 12 de octubre) con una cobertura nacional de mil quinientos empresarios y productores, muestra que la opinión agregada de los productores del sector en torno a su situación continua siendo moderadamente favorable. En esta ocasión, sin embargo, se observó una visión más optimista de parte de los productores del sector pecuario que de parte de los productores del sector agrícola.
La encuesta detectó que en los cuatro renglones pecuarios (leche, porcinos, pollos y carne) se perciben mayores niveles de conformidad con la situación económica que en ocasiones anteriores. Este nivel de conformidad es solo comparable con el percibido durante el último trimestre del 2004, cuando se detectaron las percepciones más favorables de los últimos cinco años. De hecho, el pronóstico de los ganaderos de leche sobre su situación económica, que venía mejorando sostenidamente durante el último año, se ubicó ahora en su punto más alto, superando la de todas las demás actividades agropecuarias.
De la misma manera, se observa que la percepción de los productores de cerdos, pollos, carne y huevos sobre su situación económica se mantiene positiva o, incluso, ha mejorado.
Las conclusiones generales de este sondeo de opinión se pueden resumir de la siguiente manera:
La percepción de los productores del sector pecuario sobre su situación económica ha venido mejorando desde el año 2006 y se acerca a los niveles de optimismo más altos hasta ahora detectados durante la historia de la encuesta.
La percepción de los productores del sector agrícola sobre su situación económica, que venía estable durante el último año, fue menos favorable en la última encuesta. Los productores del sector agrícola se encuentran hoy menos conformes con su situación económica que durante el año anterior. Sin embargo, en general, mantienen una percepción moderadamente positiva de su situación económica.
* Los productores de papa y de hortalizas son los que expresan la mayor inconformidad con su situación económica actual. Su opinión se encuentra en el punto más bajo de los últimos cinco años.
* Los productores de cultivos transitorios son los que perciben una mayor cantidad de amenazas a su situación económica actual y futura.
* Los productores de azúcar, palma, flores, leche, pollo y porcinos que han mantenido durante el último año la intención de hacer inversiones en infraestructura productiva y logística de procesos, perciben hoy una mejoría en su situación económica.
* Los productores de banano, flores y café consideran que su situación económica variará positivamente en lo que resta del año.
Los productores de los demás subsectores pecuarios y agrícolas son menos optimistas sobre el futuro cercano.
De otra parte, los productores consideran que la situación general del país y el orden público son actualmente favorables para el buen desempeño del sector agropecuario. Con excepción de los bananeros, todos los demás consideran que estas dos variables no son factores de riesgo.
Aunque el clima preocupa hoy menos que durante el primer semestre del año, en todo caso más del 20 por ciento de los productores de cultivos transitorios y los de cacao, plátano, carne y leche identifican el clima como un riesgo productivo grave y difícil de controlar. La tasa de cambio continúa, para los agricultores de los sectores exportadores (banano, flores, café, azúcar, palma, ganaderos de carne y cacao), teniendo efectos negativos sobre su situación económica.
En la presente encuesta se detectó que el concepto de los agricultores de papa, hortalizas, arroz, algodón, maíz y soya, principalmente, sobre disponibilidad de crédito es desfavorable.
Una situación similar se observó entre los productores de ganado de leche y de carne. Estos productores encuentran que las dificultades para acceder al crédito formal afectan la rentabilidad de sus actividades.
En cuanto a la organización de la producción agropecuaria se detectó que la disponibilidad de semillas e insumos es un problema que afecta negativamente el desarrollo de las actividades de los productores de arroz, algodón, maíz, soya, papa y hortalizas.
Los agricultores se ven en la necesidad de incurrir en costos y riesgos adicionales al sustituir las semillas e insumos de su preferencia.
Como en todas las ocasiones anteriores, con la excepción de los productores de banano y flores, los productores de los demás renglones se muestran preocupados por el precio de los insumos.
Esa preocupación es más clara entre los productores de arroz, algodón, maíz, soya, azúcar, palma, papa, hortalizas, ganado de leche y porcinos. En esos casos la preocupación parece creciente. En los productores de cacao, plátano, ganado de carne y pollos, la preocupación por el precio de los insumos es menor.
La inquietud por los problemas de oferta y de precio de los insumos ha estado presente durante los cinco años de la encuesta. Valdría la pena indagar sobre: 1. la capacidad del mercado para ofrecer fertilizantes, semillas y otros insumos que respondan a las condiciones climáticas y ambientales de las distintas regiones, 2. las barreras que podrían estar limitando la más rápida penetración de los resultados de la investigación agrícola y pecuaria, 3. los niveles de intermediación de los insumos agrícolas, 4. la capacidad de los proveedores para responder a las necesidades de los productores en cuanto a oportunidad en la oferta y a la presentación de los distintos insumos (tamaño de empaques, información de las etiquetas, dosis, modos de aplicación etcétera).
Con relación a la percepción sobre los precios de venta, los más pesimistas son los productores de arroz, maíz, algodón, soya, papa, hortalizas y porcinos. Se observa, sin embargo, que estos productores no muestran mayor preocupación por conocer las realidades de los mercados en los cuales se definen sus precios. Probablemente, una mayor información sobre esos mercados podría disminuir sus riesgos.