La ilusión de los habitantes de Bogotá de contar con una doble calzada que acabe con el eterno drama de la congestión en la ruta que comunica a la capital del país con sus tradicionales zonas de descanso y recreación, Melgar y Girardot, sigue siendo eso: una ilusión.
Después de nueve años de haber iniciado los trabajos para construir esta doble calzada, cuyo trayecto tiene una longitud de 125 kilómetros, aún hay siete pasos restringidos (muelas) a lo largo de la vía, que generan un embudo, y prolongadas filas de vehículos al llegar a varios de estos puntos, especialmente durante los fines de semana.
PARA ESTRENAR EN 2012
La entrega total de la vía ha sido aplazada en cuatro oportunidades. En el 2004 se firmó el contrato inicial para entrega en el 2010, posteriormente el plazo fue extendido a junio del 2012, luego a junio de 2013 y ahora a diciembre de este año.
Portafolio hizo un recorrido por la mencionada carretera y encontró el siguiente panorama: Aunque el 93 por ciento de la vía nueva ya está en servicio y el tramo restante se encuentra en obra, expertos consideran que no hay posibilidad de que esta vez sí se cumpla con la entrega de la doble calzada totalmente terminada, como fue acordado con el concesionario.
Sin embargo, el Ministerio de Transporte confía en que el país estrenará en enero próximo esta doble calzada, 100 por ciento terminada, lo que se constituiría en la primera carretera de esta magnitud en el país, durante los últimos 20 años.
LOS PROBLEMAS
Los tramos que aún no han sido entregados y que en su mayoría están en obra, son los siguientes (ver mapa): Alto de Las Arepas, Subia, la zona de la falla geológica, Silvania y el kilómetro 67 delante del basurero de Fusagasugá. En El Boquerón y el cruce de la entrada al Batallón de Tolemaida se está dando paso parcial por la nueva vía, aunque los trabajos no han finalizado.
En el caso del Alto de las Arepas, donde se encuentran ubicados restaurantes, venta de golosinas y talleres de servicio a automóviles se registra uno de los pasos restringidos más demorados, debido a la complejidad en la negociación con los propietarios de los locales comerciales, que han impedido la ampliación de la vía. Así mismo, en el caserío de Subia hay que transitar por carril sencillo debido al atraso en las obras. Uno de los puntos críticos se presenta unos kilómetros adelante de Subia, en el sector conocido como ‘la falla geológica’, donde la inestabilidad del terreno dificulta el avance de las obras.
Otro de los sitios complicados se registra cuatro kilómetros antes de Silvania, donde algunos tramos han sido intervenidos, pero otros siguen sin tocar debido a la dificultad en la compra de algunos predios.
El puente sobre el río que cruza la parte baja del municipio ya está terminado, pero no así el de la salida de esa localidad, en dirección sur.
Algunos habitantes de Silvania consultados por Portafolio afirmaron que el municipio se ha visto afectado debido a los trancones de cinco y más kilómetros en ambas entradas de la localidad.
Igualmente, en la zona de Boquerón, aunque la vía está prácticamente terminada, aún están pendientes algunas obras que, sin embargo, estarán listas este año.
Para los usuarios de esta vía, la salvación han sido los planes de ordenamiento del flujo vehícular, emprendidos por la Policía de Carreteras, como salida a la congestión de los fines de semana.
edmtov@portafolio.co