Los camiones compactadores de basura alquilados por la Alcaldía de Bogotá que llegaron a un puerto de Cartagena, procedentes de Estados Unidos, para apoyar el servicio de aseo de Bogotá, serán objeto de una revisión técnico-mecánica y ambiental, para determinar si están en condiciones de ser trasladarlos a la capital del país con el fin de prestar sus servicios al operador público Aguas de Bogotá, en reemplazo de las volquetas que se están utilizando.
Los 25 camiones (22 compactadoras, 2 barredoras y un carro taller), que presentan un evidente deterioro en su latonería y pintura, llegaron hace tres días al muelle cartagenero, y se espera que el próximo 28 de diciembre llegue otros 35 automotores para completar 60.
Este domingo, una comisión encabezada por el viceministro de Transporte, Nicolás Estupiñán, el superintendete de Puertos y Transporte, Juan Miguel Durán, y el general Francisco Patiño, director general de Tránsito y Transporte, estuvo observando de primera mano los camiones recolectores en el muelle de Contecar.
Según Estupiñán, el Gobierno tiene que hacer una revisión preventiva de los automotores que recién ingresaron al país.
“Nuestro propósito es revisar que dichos camiones cumplan con las condiciones técnicas, mecánicas y ambientales que se requieren, para que puedan trasladarse por carretera hacia Bogotá”, señaló.
Sobre la existencia de algunas plantas y restos de basura en algunos de los camiones compactadores, el viceministro Estupiñán dijo que las autoridades ambientales se encargarán de hacer esas revisiones y determinar si ese material no representa ningún peligro contaminante. “Si no pasan la revisión ambiental por parte del Ministerio y de Invima, los vehículos no se pueden mover del puerto”, afirmó.
En ese mismo sentido se pronunció el Alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. A través de su cuenta en Twitter, dijo que “el Distrito no permitirá que salga del puerto aquellos que no pasen esa revisión”.
“Solo si tienen capacidad operativa, que implica revisión técnico-mecánica, saldrán del puerto y desde allí empieza nuestra responsabilidad. Ningún vehículo compactador que no tenga capacidad operativa entrará a la ciudad de Bogotá, ni saldrá del puerto de Cartagena”, señaló Petro.
Petro aclaró que, según la revisión hecha en Nueva York, de 110 carros solo uno incumplía los requisitos. "Se expedirá públicamente el certificado positivo o negativo de operatividad", dijo.
María Victoria Duque, vocera de la Alcaldía y que se encontraba en el muelle de Cartagena, señaló que "el Distrito no recibirá la maquinaria que no garantice su plena operatividad". “Hasta que no haya una auditoría técnica por parte de la empresa Praco no se recibirán los camiones, y señaló que el Distrito aún no ha asumido ningún costo por la traída de los mismos”.
Dijo, de igual modo, que el problema no sólo tendría que ver con lo estético, sino con el funcionamiento técnico ambiental, como el manejo de los lixiviados.
“El Distrito no asumirá ninguna responsabilidad hasta que no se formalice la importación, pero para eso el Distrito tiene que dar su autorización y eso aún no se ha dado”, agregó.
Los automotores, de marca Mack y modelos 2001, 2002 y 2003, llegaron desde Fort Lauderdale, Florida, en Estados Unidos.
Saúl Bravo, ingeniero de la firma importadora, defendió la utilización de los camiones y dijo que el que más millas tenía de recorrido no sobrepasaba las 92.000, que, según su criterio, corresponde al 10 por ciento de la vida útil de los automotores para trabajo pesado.
“El más nuevo tiene 35.000 millas y el más viejo 92.000 millas, que en un camión Mack, de la serie de marcha continua de motorización 8, es como la décima parte de la vida para la primera remanufactura, porque son camiones para uso intenso”, señaló.
El ingeniero también dio una explicación al deterioro evidente que tenían algunos de los camiones, al señalar que en Estados Unidos el óxido se da porque a las carreteras le echan sal para controlar el hielo en las carreteras (además, los vehículos operaban en Miami, una ciudad costera).
“Lo que hay es una oxidación superficial en el bote de las ruedas, y eso lo tenemos que arreglar. El resto está funcionando perfectamente”, sostuvo.
ATESA SEGUIRÁ COMO OPERADOR
La empresa Aseo Técnico de la sabana (Atesa) prestará sus servicios en Engativá y Fontibón.
Atesa, cuyo contrato se vencía este 22 de diciembre, llegó a un acuerdo con el Distrito y prestará los servicios en las mismas localidades en las que antes operaba.
Tras intensas negociaciones en las últimas 24 horas, Atesa y el Distrito firmaron un contrato de operación por el término de cuatro meses para que continúe con la recolección, barrido, limpieza, corte de césped y poda de árboles.
El valor de este contrato es cercano a los 3.700 millones de pesos.
REDACCIÓN CARTAGENA Y BOGOTÁ