La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) impuso a la organización Roa Florhuila y a cuatro altos directivos una multa superior a $33.800 millones de pesos por haber influenciado los precios de venta de arroz blanco al consumidor final, lo cual implica una violación al régimen de libre competencia.
La distorsión de los precios consistió en obligar a distribuidores y comercializadores de arroz blanco, a no trasladar al consumidor final los descuentos que les otorgaban Molinos Roa y Molinos Florhuila.
De esa forma la empresa quería controlar artificialmente los precios de su arroz en Colombia.
Para hacer que se cumplieran sus instrucciones ambos molinos advertían represalias comerciales para distribuidores y comercializadores.
Dentro de estas restricciones estaba la ruptura unilateral de la relación comercial y la suspensión de los suministros de arroz por un período de tiempo hasta de tres meses.
La conducta de las empresas sancionadas limita la libre competencia porque el precio del arroz no será el resultado de las fluctuaciones de las fuerzas del mercado, ni de la rivalidad entre competidores, sino el producto de una influencia ejercida por dichas empresas.
ANTECEDENTES
Las sanciones impuestas a la Roa Florhuila, tienen como agravantes sus antecedentes en materia de violaciones a la libre competencia.
En 2005, la empresa recibió una sanción impuesta por cartelización empresarial junto con otras empresas molineras.
De igual forma, en 2013 recibió otra multa por no haber informado una integración empresarial.