La economía depende cada vez más del transporte y procesamiento eficiente de información. En el caso de las telecomunicaciones, un aumento de la inversión de 10% puede llegar a aumentar la tasa de cambio de la productividad total de los factores en 2%.
Así se desprende del estudio realizado por investigadores del Columbia Institute for Tele-Information (parte del Columbia Business School de Nueva York) patrocinado por la Fundación Telefónica, en el que se analiza la contribución de las TIC en el desarrollo de los países de la región.
Participan la Universidad de Columbia, los Reguladores de Telecomunicaciones de América Latina, los miembros de Regulatel, el BID, la Secretaria Iberoamericana (Segib), la Comisión Europea, la escuela de negocios Instad, la organización para el Desarrollo Económico y Cooperación (Oecd), la Cepal y la Asociación de Operadores de Iberoamérica (Ahciet).
Así mismo el estudio determina, que la banda ancha tiene la capacidad de estimular el crecimiento económico, desarrollar negocios innovadores y crear fuentes de trabajo. Un incremento en la penetración de banda ancha de 5 puntos porcentuales genera como resultado un crecimiento en fuentes de trabajo de 0,5 puntos porcentuales.
Las pymes latinoamericanas contribuyen 34 por ciento del PIB regional, 58 por ciento del empleo y 23 por ciento de las exportaciones.
Un mayor aprovechamiento de la telefonía, la banda ancha y los computadores, contribuirá al crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, traducido en un mayor volumen de ventas, de exportaciones y de empleo.
Otra conclusión del estudio es el aumento significativo en el número de líneas telefónicas en América Latina, gracias a las inversiones que han hecho las empresas privadas tras la privatización de operadores y a la liberalización de mercados que se ha dado en los últimos 15 años.
Por ejemplo, al cierre de 2008, la telefonía móvil en Argentina había alcanzado una penetración de 117 por ciento, en Chile 89 por ciento, en Brasil 76 por ciento, en Colombia 92 por ciento y en México 71 por ciento.
El estudio plantea la oportunidad de hacer crecer la penetración de banda ancha de la misma forma que se logró el éxito de la telefonía fija y móvil.
Para ello recomienda una serie de políticas públicas dirigidas a profundizar las agendas digitales, desarrollar planes de capacitación de TIC, medir el impacto de la TIC, apalancar el efecto de derrame del estado como usuario principal de TIC, desarrollar una agenda que propicie la asimilación de TIC por parte de las Pymes, y estimular el desarrollo de aplicaciones orientadas a maximizar la utilización de la infraestructura desplegada.
Para acelerar el despliegue de las TIC y ver sus efectos positivos en las economías, el estudio además recomienda ajustar los marcos regulatorios y seguir el ejemplo de otras regiones como Estados Unidos que destinó 7.200 millones de dólares para desplegar redes inalámbricas de banda ancha en zonas rurales, al igual que la Comisión Europea que destinó 1.000 millones de euros o Australia con 3.000 millones de dólares.
La crisis económica mundial representa una oportunidad para los países de América Latina que sepan aprovechar los beneficios de las TIC.
La inversión en TIC mejora la productividad al tener un mejor transporte y procesamiento eficiente de información, aumenta el valor agregado de las PYMES a la economía y tiene un impacto positivo en el empleo.