Ellos tienen el reto de mantener a flote el sector pues, precisamente, la agremiación de constructores anticipó meses atrás que la economía colombiana ha entrado este año en una fase de ligera desaceleración del crecimiento hacia una tasa más sostenible.
Sus argumentos se concentran en la contracción de la demanda interna por el incremento de las tasas de interés y la desaceleración de las transacciones con los principales socios comerciales y vecinos.
De hecho, el problema de la inseguridad jurídica es otro de los factores que desaceleran la edificación; la regulación de la seguridad en las piscinas -que incluye a todos los proyectos campestres y de ciudades de clima cálido- es el más reciente episodio.
"Si bien respaldamos los beneficios del precitado proyecto de ley, recordamos que la multiplicidad de reglamentaciones locales sobre puntos idénticos es un flagelo que agobia nuestra organización administrativa y legislativa y cuyas consecuencias han sido señaladas y demostradas en innumerables ocasiones", dijo Beatriz Uribe, presidente ejecutiva de Camacol.
"Es importante unificar, a nivel nacional, la competencia en la reglamentación técnica de seguridad pues la proliferación de normas locales dilatan la expedición de los requisitos. Consideramos que se hace determinante señalar con claridad que las autoridades de los municipios y distritos no puedan -bajo ninguna circunstancia- exigir requisitos adicionales de origen local para la construcción y funcionamiento de piscinas", indicó Uribe.
Así mismo, acaban de inaugurarse dos sedes en Villavicencio y Cúcuta con las que se completan 14 regionales que representan los intereses de más de 1.000 afiliados entre constructores, consultores, industriales, comerciantes, banqueros, avaluadores y curadores.
La seccional Cúcuta cuenta con el respaldo de BBVA, Pavco, Diaco, Eternit, Davivienda, Argos y Cemex; además tendrá un gerente de alto nivel, tiempo completo y desvinculado del sector.