Al cierre de esta edición se encontraba reunido nuevamente el Consejo Académico con los representantes de los estudiantes, elaborando una acuerdo definitivo que permitiera reversar el tema de la cancelación del semestre. Las directivas fueron claras: levantar el paro, desbloquear las edificaciones y permitir la reanudación de clases, las que se extenderían hasta el 23 de julio. No habría vacaciones. Si quieren protestar que lo hagan, pero en espacios diferentes, en los que no se interrumpa la labor académica, dijo el rector, Oscar Ibarra. La Universidad por su parte, se comprometió a no cancelar el semestre, pues esto acarrea la perdida, no solo de tiempo, sino de la plata que pagaron por el primer semestre de labores. La cancelación de un semestre es una sanción. Si se cancela alguno entonces se debe repetir y por consiguiente pagar nuevamente, explicó Ibarra. En el momento que entraron en paro, habían transcurrido 10 semanas de clases, de un mínimo de 15 que debe completar un semestre. Los estudiantes decidieron levantar el paro en la madrugada de ayer, luego de analizar la decisión que había tomado el Consejo Académico sobre el futuro del semestre, y de inmediato le comunicaron la determinación al rector, quien citó para la mañana de ayer a las directivas para examinar las posibilidades. De otra parte, la Universidad Nacional determina mañana en Consejo Académico si cancela o no el semestre. Por ahora, y hasta el medio día de hoy, se hacen consultas entre estudiantes y profesores sobre si es posible reanudar clases y seguir el análisis de los temas estratégicos para la universidad, o definitivamente no. En lo que toca a la Universidad Distrital, está pendiente de definir si cancela o no el semestre de actividades.
