La Unión Europea, consciente de las diferencias en el desarrollo que hay entre sus Estados miembros, de la necesidad de mantener a la población económicamente activa siempre en la vanguardia de la competitividad, de la exigencia de fomentar el empleo financiando proyectos productivos y dándole a los desempleados la oportunidad para desarrollar las habilidades que garantizan su entrada al mercado laboral, y para hacer frente a los desafíos de la globalización, cuenta desde 1958 con el Fondo Social Europeo (FSE), un fondo estructural de la Unión, cuya meta es fomentar el desarrollo sostenido desde la inversión en las personas. Con él se distribuyen dineros, principalmente en los Estados miembros con un nivel de desarrollo menor, buscando fomentar la innovación y dotar a los individuos de la preparación que necesitan para aumentar las perspectivas laborales que mejoran su situación socioeconómica. En función de estos objetivos, para el periodo 2007 - 2013 se destinaron 75.000 millones de euros. Desde que se desató la crisis financiera mundial, los mecanismos, las estrategias, las políticas y los presupuestos se reajustan para encarar sus efectos negativos. La crisis financiera pone en riesgo la calidad de vida de millones de europeos. Ante estas circunstancias, la Unión Europea anunció el año anterior un paquete de ayudas, cuyo monto asciende a los 200.000 millones de euros (1,5 por ciento del PIB de la UE), de los cuales 170.000 millones lo aportaran los Estados miembros, y el resto con cargo al presupuesto de la Unión Europea y del Banco Europeo de Inversiones. Pero su estrategia es integral, pues la reactivación está acompañada del aumento de la inversión en las personas. Los paquetes de ayuda responden a las necesidades inherentes a la naturaleza de la crisis, cuya superación exige de proyectos productivos y de individuos innovadores, capaces de adaptarse a las nuevas condiciones del mercado laboral. En el 2009, el FSE realizará pagos anticipados para los proyectos en los Estados miembros, el monto llega a los 229 millones de euros. Tradicionalmente esta financiación ayuda a los grupos menos favorecidos, inmigrantes y discapacitados, y a los ciudadanos europeos desempleados para que mejoren las habilidades laborales que poseen y aprendan otras nuevas. Ahora, ante la crisis financiera mundial, el FSE se convierte en el mecanismo más claro que tiene la Unión Europea para contrarrestar los efectos negativos de ésta en el empleo, y es el complemento adecuado para los paquetes de ayudas que pretenden reactivar la producción y el consumo interno. '' Ante la crisis financiera mundial, el FSE se convierte en el mecanismo más claro que tiene la Unión Europea para contrarrestar los efectos negativos de ésta en el empleo.WILABR
Finanzas
07 jul 2009 - 5:00 a. m.
Unión Europea, inversión en las personas
Según la teoría del capital humano, la educación fomenta el desarrollo en tanto aumenta el nivel de conocimiento de una sociedad y cualifica a la población, potencializando la productividad y la competitividad. La inversión en las personas logra que cada individuo acumule capital humano, con lo cual se profesionaliza y tiene la opción de aumentar sus ingresos; un mayor nivel de renta tiene efectos positivos en el crecimiento. Así, es ostensible el círculo virtuoso que surge de las implicaciones mutuas entre educación, capital humano y crecimiento económico.
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