La decisión del Consejo de Estado de pedir mayores controles a la venta de energizantes en Colombia generó incertidumbre en el mercado nacional de estos productos, que el año pasado facturó ingresos por cerca de 600.000 millones de pesos.
Aunque los comerciantes dicen que por ahora no tienen argumentos para calcular los efectos ocasionados por el concepto del tribunal, respaldan cualquier decisión que tomen las autoridades de salud, pues consideran que lo más importante es proteger al consumidor.
Es más, fuentes de una empresa comercializadora, que pidió mantener su nombre en reserva, dijo que las diferentes marcas deben ser más claras en la divulgación de las recomendaciones para el consumo, como sucede en otros países.
Por ejemplo, el año pasado, la American Medical Association recomendó prohibir todas las estrategias de mercadeo de las bebidas energizantes que tuvieran referencias hacia jóvenes y adolescentes, y Pediatrics Review publicó un artículo, en febrero del 2013, según el cual los niveles de cafeína de estos productos pueden resultar peligrosos a estas edades cuando se mezclan con ingredientes artificiales.
Por su parte, los consumidores afirman que lo ideal sería que las marcas, entre ellas Vive 100, de Quala, y Peak, de Postobón, ambas colombianas, al igual que las extranjeras Red Bull y Monster, deben ser claras a la hora de colocar las advertencias y las contraindicaciones para quienes demandan estos productos.
Los expertos en el tema aseguran que las empresas deben seguir trabajando en difundir el mensaje, en el sentido de que su consumo responsable no es perjudicial para la salud.
“En la medida en que las personas adquieren mayor información, se van eliminando los tabúes, lo que permite desarrollar el consumo”, dijo hace unos día a esta Casa Editorial, Ricardo Pulido, gerente de Monster Energy.
COMBINACIÓN CON ALCOHOL SERÍA MUY PERJUDICIAL
Uno de los factores que preocupa en la comercialización de estos productos es que, aunque la industria fabricante de estas bebidas manifiesta que sus productos no están dirigidos a niños y adolescentes, la publicidad no hace las advertencias pertinentes.
La literatura médica ha concluido que las bebidas cargadas de cafeína pueden causar latidos rápidos del corazón, presión arterial alta, excitación, hipertensión, arritmias y obesidad, entre otros problemas de salud en los adolescentes, y que, al combinarlas con alcohol, los daños pueden ser graves.
