El 2010 arrancó con una fuerte caída del dólar y mayores expectativas de inflación. Sin embargo, el codirector del Banco de la República, Juan Pablo Zárate, no ve que sea necesario cambiar las políticas de la entidad.
Dice que no se ha estudiado la posibilidad de comprar dólares para frenar la revaluación y que la tasa de interés de intervención está en un nivel adecuado.
El año inició con una caída importante del dólar. ¿Cuál es el estimativos sobre ingreso de capitales externos ?
El año pasado la cuenta de capitales fue menos superavitaria que en el 2006 y el 2007. Eso es razonable teniendo en cuenta el escenario de crisis que se preveía para el 2009. Creo que eso tiene una incertidumbre muy grande y esas son las estimaciones que estamos haciendo.
Causó sorpresa que los tres billones de pesos disponibles a finales del 2009 solo se usaran para comprar TES y no dólares. ¿Por qué recurrieron a esa estrategia?
Cuando se tomó la medida, el dólar estaba cerca a los 1.830 pesos y sin necesidad de intervenir subió a 2.040. Nuestro interés es que el tipo de cambio no tenga desalineamientos fuertes y esto se corrigió sin la intervención.
¿Y no fue una forma de intervención?
Fue un anuncio claro de dar liquidez y tuvo un efecto en el mercado como el Banco deseaba.
¿Con la caída del dólar, el Emisor ha considerado la comprar divisas?
No se ha contemplado ninguna compra de manera discrecional.
¿Han seguido las presiones del Gobierno sobre esa 'manito' que pueda dar el Emisor para que el dólar esté tranquilo?
Yo fui viceministro de Hacienda hasta hace 10 meses y desde ese entonces no hablo con el presidente Uribe. Hay un interés legítimo de todos los sectores en cómo se mueven los precios relativos. Los exportadores tienen su interés, pero yo no he sentido una presión distinta a esas.
Cuando cae el dólar algunos insisten en el control de capitales. ¿Es posible que se vuelvan a estudiar la opción?
Ha habido salida de capitales privados de corto plazo. Contrario a lo que pasaba en el 2007, cuando había una entrada muy grande de recursos privados, hoy eso no existe. Pensar en eso cuando no hay entrada masiva de capitales es una cosa que no tendría sentido.
Inflación, tasas y crédito
¿La inflación ya terminó de bajar?
Buena parte de las alzas ya han cesado y en diciembre tuvimos inflación positiva. Esperamos una reversa en buena parte de los precios o que dejen de caer.
¿Qué tanto preocupa el Fenómeno del Niño al Emisor?
Va a ser transitorio. El reto de política frente a estos hechos depende de muchas cosas. La experiencia del alza de precios del 2006 y el 2007 en muchos países mostró que lo importante para los bancos centrales es anclar las expectativas.
¿El Emisor seguirá con una política anticíclica bajando tasas de interés pese a una inflación al alza?
Tenemos un rango de inflación de entre 2 y 4 por ciento y nuestras proyecciones indican que la meta se cumplirá. Sobre la política futura, en cada junta evaluamos las variables para saber si tenemos que cambiar la estrategia.
La tasa del Banco de la República es alta en términos reales porque la inflación cayó en el 2009. ¿Hay espacio suficiente para bajarla más?
En el análisis que hicimos en la junta pasada vimos que la tasa de expansión de 3,5 por ciento era la adecuada con los parámetros que teníamos. La política actual es bastante expansiva.
El año pasado hubo liquidez abundante en la economía. ¿Para este año se mantiene esa perspectiva?
Nuestra función es asignar la liquidez adecuada dentro de una política monetaria y no veo por qué vayamos a cambiar.
Los créditos de consumo y de vivienda han crecido. ¿Pasó el susto de la gente por endeudarse?
Ese es un efecto muy positivo de los últimos meses. En el primer semestre del 2009 hubo una caída del crédito a los hogares pero en los últimos meses esa tendencia se ha revertido. Es importante porque buena parte de la recuperación de la economía está fincada en el crecimiento de la demanda interna.
¿El Gobierno ha hecho lo suficiente en el campo fiscal?
Si el Gobierno puede tener un rol anticíclico es mucho mejor. Lo principal es conservar la estabilidad de la deuda. A la política fiscal no se le puede pedir que equilibre todos los mercados.
MAURICIO GALINDO
FERNANDO GONZÁLEZ P.
REDACCIÓN DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS