Después de los dolorosos, llegaron los gozosos. Así podría describirse la situación de ayer en el mercado de valores de Wall Street, cuando los precios de las acciones repuntaron y recuperaron casi dos terceras partes de la fuerte caída del lunes.
Una vez más, lo sucedido estuvo relacionado con la expectativa de que el Congreso de los Estados Unidos le dé luz verde al plan de rescate del sector financiero que, con un valor de 700.000 millones de dólares, fue propuesto por la administración Bush, y que en su primera votación fracasó en la Cámara de Representantes.
Pero la reacción contra los legisladores rebeldes fue tanta, que todo indica que con cambios menores en el texto propuesto sería posible llegar a un acuerdo antes de que termine la semana. Y ojalá sea así, pues a pesar de la oleada de compras en las diferentes bolsas, la salud de muchos bancos sigue bajo observación. Una evidencia de ello fue el aumento sin precedentes de la tasa Libor, la cual se triplicó en cuestión de días, pues aunque hay dinero quienes tienen excesos de liquidez prefieren guardarlos consigo y evitar sorpresas desagradables si las quiebras siguen.
