Aunque la debilidad de la economía en América Latina no frenó la actividad de los fondos de capital privado y de riesgo para inversiones de impacto, la realidad es que para lo que resta de este año y el próximo vienen con expectativas renovadas.
De hecho, tienen planes de levantar capital por unos 2.000 millones de dólares entre este año y el 2019, pero además, esperan hacer inversiones de impacto por 1.700 millones de dólares en la región.
Así lo señala un estudio realizado por Asociación de Inversiones de Capital Privado en América Latina (Lavca) y la red Aspen de emprendedores para el desarrollo, a partir de encuestas a inversionistas.
Según el documento, buena parte de los recursos se destinará a México (411 millones de dólares), Brasil (236 millones de dólares) y Colombia (191 millones de dólares).
Al ser consultados sobre los sectores que les llaman la atención, los fondos manifestaron que los más atractivos son agricultura, inclusión financiera, educación, energía y salud.
Las inversiones de impacto que desarrollan los fondos de capital privado y de riesgo en la región juegan un papel importante, toda vez que ayudan a llenar los vacíos que quedan en áreas que las instituciones financieras de desarrollo no pueden atender.
Entre tanto, los inversionistas plantearon varios desafíos para esta industria, entre los cuales mencionaron la disponibilidad de capital y el recaudo de fondos, el desarrollo de jugadores en el ecosistema, contar con vehículos de inversión apropiados, encontrar oportunidades para invertir y modelos de negocio sostenibles y, en menor medida, temas más generales como las condiciones macroeconómicas, las regulaciones y políticas, así como el riesgo de tasa de cambio.
Al medir el impacto de las inversiones y revisar a qué objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas están alineados, el estudio encontró que la mayoría tienen que ver con eliminar la pobreza, propender por el crecimiento económico y el trabajo decente, así como reducir la desigualdad.
RECURSOS EJECUTADOS
Pese a la debilidad del crecimiento económico, entre 2016 y 2017 los fondos destinaron 1.400 millones de dólares a más de 800 inversiones de impacto, que en su mayoría se dirigieron a instituciones de microfinanzas. En los últimos dos años, los países que más recibieron recursos de este tipo fueron Perú, Ecuador, México, Brasil y Nicaragua.
En cuanto a Colombia, en dicho lapso recibió 86 millones en 42 inversiones, de las cuales poco menos de la mitad fueron para instituciones microfinancieras.