Las señales enviadas por los diversos indicadores han sido mixtas, hecho que beneficia notablemente la valorización de los activos locales ya que bajo un escenario de desaceleración gradual y menores presiones inflacionarias, la Reserva Federal, según la lectura que ha realizado el mercado, no debería mover sus tasas de interés en los próximos meses. En este sentido, los mercados han permanecido tranquilos ya que no se observa que la probabilidad de un escenario extremo sea alta (una fuerte desaceleración que afecte negativamente el comportamiento de las economías emergentes o una continua aceleración que obligue a la FED a incrementar nuevamente su tasa de intervención). Sin embargo, la economía estadounidense presenta una gran vulnerabilidad que no ha sido incluida completamente en la lectura que los mercados realizan. Cuando se publican las cifras de balanza de pagos en E.U., los mercados se concentran en la cuenta corriente con el único propósito de corroborar sus expectativas de desaceleración gradual. Adicionalmente se ha empezado a hablar de la posibilidad de una eventual reducción en el apetito por activos denominados en dólares, lo cual generaría una fuerte caída de la moneda. Este análisis resulta limitado ya que no considera una de las principales causas del creciente déficit en cuenta corriente: la notable reducción en la tasa de ahorro privado. El actual desequilibrio se debe a la conjunción de diversos factores relacionados con el comportamiento de la economía estadounidense durante la última década, las diferencias en cuanto al crecimiento de la productividad en las principales economías del mundo y la política comercial en Asia emergente. En el período 1960-1980 el ahorro neto como porcentaje del PIB se ubicó en promedio cerca de 9,8 puntos. Al mismo tiempo, la cuenta corriente en E.U. estuvo en equilibrio. Desde 1990, año en el cual se empezó a observar el importante deterioro de la cuenta corriente, el ahorro neto fue en promedio 3,7 por ciento del PIB. Actualmente, el ahorro se acerca a cero, lo cual implica que gran parte del consumo y la inversión en Estados Unidos debe ser financiada en el exterior. Este comportamiento ha sido posible gracias a la disposición de los mercados externos y en especial de los bancos centrales asiáticos y europeos para mantener activos denominados en dólares. Actualmente E.U. piden prestados cerca de 2.000 millones de dólares diarios para financiar su déficit comercial. Hasta el momento se ha observado el debilitamiento del dólar frente a las principales monedas. Sin embargo, aún no se ha generado la estabilización del déficit en cuenta corriente. Será necesario entonces un mayor debilitamiento del dólar, en especial respecto a la moneda china. Dada la política cambiaria en China y el continuo apetito por activos denominados en dólares, es poco probable que esta solución se presente a corto plazo. En un futuro próximo será fundamental que la economía estadounidense retorne a tasas de ahorro cercanas a los observados antes de la década de 1980, con el fin de lograr un eventual ajuste en su cuenta corriente.
Finanzas
21 dic 2006 - 5:00 a. m.
La vulnerabilidad de la economía estadounidense
En los últimos seis meses, los mercados domésticos e internacionales han estado atentos a la evolución de la economía estadounidense.(VER GRAFICO)
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