El desarrollo de las fuentes renovables no convencionales de energía, así como las primeras tareas para el ejercicio del fracking, sin duda trazaron la agenda energética del país en el 2020, un año marcado por la pandemia que se derivó de la covid-19.
La ventana que dejó abierta el Ejecutivo, en la lista de sectores con excepción en las semanas de cuarentena, permitió que estos proyectos energéticos tuvieran luz verde para continuar con sus operaciones.
Así, el proceso para el montaje de plantas solares y eólicas, que surten actualmente su proceso de licenciamiento ambiental, como todo lo relacionado con el marco regulatorio para la realización de los pilotos de fracking, han sentado las bases para que estos dos frentes marquen la pauta energética del país en los próximos años.
“Entre las dos subastas de energía el país quedó con 14 proyectos asignados, nueve eólicos y cinco solares. El epicentro en la matriz de generación eléctrica renovable será La Guajira. Hay un pipeline de proyectos de fuentes limpias, ya que además de los 2.500 megavatios (Mw) que fueron adjudicados en las subastas, hay cerca de 8.000 Mw que ya tienen concepto de conexión aprobado por la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme)”, explicó el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa.
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Así mismo, el jefe de la cartera minero energética, recalcó que el desarrollo del fracturamiento hidráulico (fracking), para yacimientos no convencionales (YNC) avanza a paso firme y muestra de ello fue el 2020, año que se caracterizó por dejar sentadas las bases jurídicas, legales, contractuales, sociales y ambientales para que los Proyectos Piloto de Investigación Integral (PPII) en el Magdalena Medio comiencen con pie derecho en el 2021.
“Tras convocar a una comisión de expertos, se determinó adelantar los PPII, los cuales incluyen el fortalecimiento institucional, la gestión del conocimiento, la transparencia y acceso a la información pública y la participación de las comunidades, entre otros aspectos”, subrayó el funcionario.
Renovables, a paso firme
Las subastas de energía del cargo por confiabilidad y contratos de largo plazo en el 2019, fueron la puerta de entrada para el desarrollo en firme de proyectos de fuentes renovables a gran escala con miras a su inclusión en la matriz del Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Pero el boom de las fuentes limpias para generar energía eléctrica va más allá, y la hoja de ruta que trazó el país, para continuar el desarrollo de su política de transición energética, deja sentado al 2020 como el año en que estas iniciativas comenzaron con pie derecho su camino.
Muestra de ello son los 294 proyectos distribuidos en 25 departamentos de Colombia para la generación de corriente a partir de plantas solares, eólicas, pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH) y biomasa que están inscritas en el Registro de Proyectos Vigentes (RPV) de la Upme.
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“Estamos dando el paso más importante para el sector energético en los últimos 20 años. Por esta razón es fundamental que entre todos los actores se coordinen las acciones necesarias para tener una transición energética ordenada y exitosa”, señaló Germán Corredor, director ejecutivo de la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia).
De acuerdo a los registros de la Upme, del número total de propuestas de fuentes de energía renovable, las plantas solares lideran las iniciativas con 226 proyectos, a las que le siguen las PCH con 49, los parques eólicos con 15 y las de biomasa con cuatro. Así mismo, la mayor capacidad instalada la tendrán las infraestructuras solares con 7.016 Mw. Luego están las eólicas con 2.001 Mw, las PCH con 305 Mw y biomasa con 25 Mw.
“Contar con proyectos de energías renovables (hidro, solar, eólica y biomasa) le permite al país diversificar la canasta de generación, complementando de esta forma el parque ya existente y contribuyendo así a tener un mercado eficiente y sostenible, que garantice la confiabilidad del suministro”, señaló Natalia Gutiérrez, presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen).
'Fracking’, inicia su desarrollo
Una vez trazada la carta de navegación en cuanto a regulación para el desarrollo de los pilotos de fracking, el país se alista para el desarrollo experimental de esta técnica.
Así, en cuatro bloques, ubicados en las cuencas del Valle Inferior del Magdalena (VIM) y Cesar Ranchería, se desarrollarán los PPII. Además, las empresas que desarrollarán el citado proceso experimental, escogerán entre las áreas disponibles de esas dos cuencas en el mapa de tierras de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), los bloques donde los realizarán.
El citado número de bloques donde se ejecutarán los pilotos se deriva de los Términos de Referencia Definitivos del Proceso de Selección de Contratistas interesados en hacer los PPII, y que fija las condiciones para la asignación de áreas y define el instrumento contractual para su administración y seguimiento.
Hasta la fecha, las tres empresas petroleras que ya manifestaron su interés en desarrollar los PPII son Ecopetrol, ExxonMobil y Drummond.
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“Queremos desarrollar estos pilotos como si estuviéramos en una pecera, en la que todos los interesados puedan tener acceso a la información”, señaló Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol.
Para este piloto de fracking, al que la petrolera nacional bautizó ‘Kalé’, su administración le destinó una partida de US$110 millones para su desarrollo.
“Las inversiones para desarrollar los cuatro pilotos están estimadas en hasta US$400 millones, lo que podría contribuir de manera temprana a la reactivación sostenible que tanto necesita el país”, dijo Armando Zamora, presidente de la ANH.