En la última encuesta de Gallup el 85 por ciento de los colombianos siente que la corrupción está empeorando en el país. Entre las 600 personas encuestadas, solo el 9 por ciento dice que la corrupción ha disminuido.
De acuerdo con las encuestas, el porcentaje de quienes creen que el problema está empeorando era inferior del 36 por ciento hacia mediados del 2008 y hoy asciende al 85%. Incluso, en los meses de junio y julio de ese año llegó a tener una percepción positiva del 47 y una negativa del 36 por ciento.
Pero la percepción de corrupción en Colombia también la validan otros ránkings en el mundo que muestran el pesimismo de los empresarios hacia el país ubicando a Colombia en posiciones preocupantes.
Por su parte, el Índice de Percepción de Corrupción de Transparencia Internacional para 2015 sitúa al país en el puesto 83 entre 167 países. Frente a 2007 el país ha descendido 15 posiciones en dicho ranking. Adicionalemnte, en el Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial no nos va mejor: el país está en el puesto 126 entre 140 países en términos de corrupción.
Sin embargo, según el Informe Mensual de Fedesarrollo ‘Tendencias Económicas’, este comportamiento ascendente no es un problema de un gobierno o de otro sino una tendencia que ha trascendido las administraciones y que debe ser estudiado como un problema de Estado.
En muchos casos existe una inconsistencia entre la percepción acerca de la corrupción, el nivel de corrupción de facto y los esfuerzos por reducirla. Por un lado, la mayor visibilidad de actos de corrupción puede indicar que la lucha anticorrupción se ha incrementado y que precisamente por esta razón se descubren más escándalos. El documento pone como ejemplo, que luego de la revelación de los casos de corrupción recientes en Guatemala y Brasil, que llevaron a la destitución de los presidentes, ambos países registraron un empeoramiento en el Índice de Percepción de Corrupción.
Por otro lado subraya que la implementación de políticas anticorrupción no suele exhibir resultados en el corto plazo, no puede mejorar la percepción frente a actos del pasado y no tiene un gran cubrimiento en los medios de comunicación. A lo anterior se suma que mientras los escándalos tienen un gran cubrimiento en los medios de comunicación, el progreso en la lucha anticorrupción no suele ser noticia ni tener una gran difusión en la opinión pública.
COLOMBIA COMPRA EFICIENTE
En Colombia la contratación pública equivale al 12,5% del PIB y al 35,7% del gasto del gobierno, un porcentaje del gasto que ocasiones es mal administrado. Colombia Compra Eficiente, entidad que nace en 2011 para abarcar el problema, ha hecho avances importantes para reducir la corrupción y aumentar la transparencia de información en la contratación pública.
Sin embargo, quedan retos importantes por delante que señala el informe mensual de Fedessarrollo. El primero de ellos es que no hay una definición precisa de lo que significa un conflicto de interés. No hay ni guías o manuales de conducta que den lineamientos sobre cómo manejarlos, lo cual debería hacerse de forma específica de acuerdo con las características de cada tipo de funcionario.
En segundo lugar, pero no último, en Colombia hay varias metodologías para realizar contratos, pero casi un 60% se hace por medio de contratación directa, perdiéndose así los beneficios y eficiencias de la competencia entre proveedores.
Cristóbal Vásquez
Twitter: @tobalvasquez
