La Federación Nacional de Departamentos entró a mediar entre los gobiernos locales y Planeación Nacional para tratar de superar las diferencias que generó una reciente calificación sobre desempeño fiscal emitida por esta entidad y la Función Pública.
(Vea: Las propuestas que plantean para la reactivación económica sectorial).
Los 19 departamentos que están inconformes con la determinación aseguran que la ponderación utilizada en la calificación no tuvo en cuenta factores como la crítica situación que viven los entes territoriales por la pandemia.
En el caso del Quindío, departamento que viene liderando la discusión, el puntaje asignado fue de 47,70 sobre una escala que llega a 100 y que mide el desempeño fiscal de los departamentos. Dicha puntuación deja a esta zona del país en nivel de riesgo.
La secretaria de Hacienda del Quindío, Aleyda Marín Betancourt, explicó que en la baja puntuación para su departamento las ponderaciones de la calificación no fueron las más acertadas para la realidad del país.
(Vea: Pandemia aceleró la agenda de tributarias en la región).
Esas ponderaciones son: la dependencia de las transferencias nacionales, la relevancia de la formación bruta de capital, el endeudamiento a largo plazo y el resultado del fiscal.
Los 19 departamentos dijeron que tuvieron una alta dependencia de las transferencias nacionales, una baja creación en formación de capital bruto por la crisis económica y el endeudamiento de los bancos se vio alterado con los beneficios de no abonar a las deudas de capital en el 2020.
(Vea: Impuesto de Normalización de activos: las alertas que hay sobre él).
Entre los argumentos que tienen los mandatarios locales para pedir una revisión de esta calificación de desempeño fiscal está el Decreto 678 del 2020, el cual permite a los entes territoriales la reorientación de rentas para evitar procesos de reestructuración y pérdida de empleos.
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