La prestación del servicio eléctrico es fundamental para el desarrollo y bienestar de la población de una región en donde se debe gestionar y privilegiar la cobertura, la calidad, la seguridad y la eficiencia, que se logra con mantenimiento y cambios tecnológicos adecuados, con el fortalecimiento de los sistemas de información y con una cultura que fomente el respeto y la valoración de un servicio, que es clave para la vida diaria y los procesos productivos del país.
En este contexto, la decisión del gobierno de liquidar Electricaribe -al poder evidenciar que actualmente la empresa no está logrando su objetivo de prestar un servicio eléctrico adecuado que garantice disponibilidad, calidad, fiabilidad y continuidad en el suministro-, implica una serie de retos y toma de decisiones rápidas que permitan en esta coyuntura que la región caribe del país pueda mantener su acceso a la electricidad de manera sostenible y confiable, sin generar traumatismo en la comunidad ni en las apuestas del sector productivo.
Por ello es importante que el gobierno tome decisiones rápidas basadas en datos y evidencias que permitan incluir, en los términos de referencia de la nueva licitación, elementos que fueron limitantes para Electricaribe al momento de realizar la operación de sus procesos.
Esto implica el uso de nuevas tecnologías, fortalecer el sistema de interconexión previendo el número actual y de nuevos usuarios (teniendo en cuenta el dinamismo de esta región en los últimos años), establecer estándares de confiabilidad y seguridad en la prestación del servicio, disminuir la vulnerabilidad en la prestación, diseño y aplicación de tarifas acordes con las condiciones de la población, innovación en sus procesos y servicios y un trabajo social que concientice y eduque a la población en la importancia de salvaguardar el servicio para evitar fraudes y malas prácticas que atentan contra la prestación del servicio y la viabilidad económica de cualquier organización.
Al incluir estos elementos en el nuevo esquema de prestación del servicio eléctrico en la costa, se requiere de una estrategia innovadora por parte del nuevo prestador del servicio, al poder entender y analizar toda la cadena de valor y tener un contacto directo con el cliente, que garantice un flujo de caja efectivo que permita garantizar los ingresos necesarios para sostener la empresa, poder realizar las inversiones que se requieren a nivel técnico y operativo y cumplir con los estándares de calidad y confiabilidad en el servicio eléctrico en la medida que crece la demanda por los nuevos desarrollos productivos que se están generando en la región.
Otro punto significativo que muestra esta coyuntura de Electricaribe, es la importancia que tiene el rol del gobierno en la planeación, regulación, control y vigilancia, que permitan hacer un seguimiento a los procesos técnicos y de gestión que garanticen tanto la viabilidad y sustentabilidad económica del negocio y una prestación del servicio acorde con los requerimientos del cliente y su contexto. Además, es importante seguir fortaleciendo las políticas públicas en temas de prestación de servicios, donde tanto el operador, el cliente y el estado fortalezcan una relación de eficiencia y equidad.
A nivel técnico y de gestión, la forma como se operó Electricaribe presentó varias deficiencias, al no lograr los flujos de caja esperados, especialmente por temas de fraude, impidiendo hacer las inversiones tecnológicas requeridas que permitieran ofrecer un servicio acorde con los requerimientos de los siete departamentos donde se presta el servicio y los más de dos millones de clientes con que cuenta la empresa.
Por ello es fundamental que el nuevo operador analice los retos que tiene en cuanto a: i. mejoras en la red para garantizar suficiencia y estabilidad; ii. en temas de infraestructura de la red, se requiere el reemplazo de equipo obsoletos, ampliar cobertura, disminuir pérdidas y automatizar procesos; iii. las tarifas y el recaudo implican estrategias innovadoras que permitan al usuario valorar el servicio y generar una cultura de pago; iv. medición y equipos fundamental, con el fin de garantizar confiabilidad y fiabilidad de las medidas de consumo tanto para la empresa como para el usuario, que evite defraudaciones donde el mantenimiento o cambio de medidores y en especial las redes inteligentes son fundamentales para controlar temas de calidad y controlar prácticas culturales; v. En lo operacional es fundamental analizar el tema de pérdidas, calidad de la mano de obra y mantenimiento preventivo; y vi. Definir una estrategia de financiación que permita evidenciar utilidades e inversiones a corto y mediano plazo.
Todo estos elementos implican que el gobierno y las partes interesadas en el sector eléctrico tomen la medidas adecuadas para poder garantizar una transición en la prestación del servicio, y contar con una estrategia a largo plazo desde el proceso licitatorio del nuevo operador, que permita aplicar lecciones aprendidas y se puedan asumir los retos que enfrenta la prestación de un servicio eléctrico confiable y de calidad en la región caribe colombiana.
Por: Clara Inés Pardo Martínez, PhD
Profesora, Escuela de Administración, Universidad del Rosario
Directora Ejecutiva, Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT)
Especial para Portafolio
Gobierno
16 mar 2017 - 4:31 p. m.
Las estrategias que requiere Electricaribe para poder funcionar
Se debe permitir que la región pueda mantener su acceso a la electricidad de manera sostenible y confiable, sin generar traumatismos en ningún sector.
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