La Polícia informó este 9 de junio que el teniente coronel de la Policía colombiana Óscar Dávila, presuntamente involucrado en las interceptaciones telefónicas ilegales a Marelbys Meza, exniñera al servicio de Laura Sarabia, exjefa de Gabinete del presidente colombiano, Gustavo Petro, apareció muerto en Bogotá.
Después, se conoció que había enviado una carta en la que se ponía a disposición de las autoridades para la investigación correspondiente.
(Vea: Fiscalía investigará financiación de la campaña presidencial de Petro).
Davila sería una 'ficha clave' para el caso de interceptación ilegal del teléfono de Meza, quien dijo que fue interrogada en dependencias del palacio presidencial como sospechosa del supuesto hurto de un maletín con una suma indeterminada de dinero de la casa de Sarabia, según contó el Fiscal General Francisco Barbosa.
Hasta el momento parece que la interceptación telefónica hecha por la Policía utilizó como fachada una investigación contra el Clan del Golfo, la principal banda criminal del país.
Sobre la muerte, el director de la Policía colombiana, mayor general William Salamanca, expresó en Twitter: "Lamentamos la muerte del señor teniente coronel Óscar Darío Dávila Torres. Nuestra solidaridad con sus familiares en este difícil momento".
(Vea: 'No hay nada que esconder': gobierno Petro tras polémica de Benedetti).
El cuerpo sin vida de Dávila fue hallado en un vehículo en la calle 22 bis # 48-40, en el sector de Teusaquillo. en Bogotá, cerca de su dirección de residencia.
Las autoridades indagan las causas del fallecimiento.
Se sabe que la muerte se produjo en medio de una indagación judicial que busca establecer si hubo irregularidades o abuso de poder en el interrogatorio al que fue sometida Meza, señalada como autora del robo de un maletín con dinero de la casa de Sarabia.
En medio de la investigación Dávila envió una carta a la Fiscalía en la que expresaba su disponibilidad para ser escuchado en una entrevista o interrogatorio para hablar del caso de Meza.
(Vea: Cronología del escándalo que sacó del Gobierno a Sarabia y a Benedetti).
La carta, con fecha del 2 de junio expresa: “Solicito se me informe mi vinculación como indiciado, y reitero mi disponibilidad de presentarme en fecha y hora que se señale para ser escuchado en interrogatorio”.
El abogado del alto oficial, Miguel Ángel del Río, aseguró en su cuenta de Twitter que el teniente ya había puesto en conocimiento de la Fiscalía las amenazas que estaba recibiendo.
"Le advirtieron que no se detenían 'hasta que corriera sangre'", aseguró el abogado.
EFE | PORTAFOLIO