Acompañado de su gabinete de ministros, y de líderes de varios partidos políticos, el presidente Juan Manuel Santos llamó a los colombianos a formar un frente unido para proteger los intereses de Colombia en el mar Caribe.
En su alocución, la segunda de día, el presidente Juan Manuel Santos confirmó su decisión de dejar de comparecer ante la Corte Internacional de La Haya, que este jueves se declaró competente para resolver dos demandas de Nicaragua sobre Colombia.
Según Santos, si la Corte quiere seguir siendo considerada como el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, “no puede permitir ser vista como una corte a donde los Estados pueden volver a traer a su consideración las mismas disputas una y otra vez”, explicó.
De acuerdo con el presidente, la Corte de la Haya incurrió en al menos tres contradicciones, por lo cual no seguirá compareciendo ante ese tribunal.
“Primero, no respetó su propio fallo del año 2012. Segundo, desconoció su Estatuto, que indica que no puede reabrir un caso ya cerrado y tercero, pretende que Colombia aplique un tratado del cual no hacemos parte, como es la Convención sobre Derecho del Mar”, dijo en su alocución.
Santos agradeció la respuesta a esa convocatoria de parte de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, representantes de partidos y de gremios económicos y “expresidentes” que “han manifestado su apoyo a esta decisión inspirada exclusivamente en la defensa de los más altos intereses nacionales”.
El presidente también indicó que ha tenido “múltiples apoyos espontáneos de los ciudadanos, de la gente común y corriente” y se refirió a los ciudadanos del archipiélago de San Andrés, principales afectados con la decisión de la Corte en 2012.
“Aquí estamos y seguiremos estando, defendiendo sus derechos y la integridad del Archipiélago”, afirmó.
Este jueves, el juez Ronny Abraham, presidente de la CIJ, señaló que la votación final fue de 14 votos a dos en la demanda que argumenta un supuesto desacato de Colombia del fallo del 2012. En la diligencia leyó los argumentos con los que el tribunal desestimó cuatro de las cinco objeciones que Colombia había planteado y con las que buscaba que el tribunal se declarara sin competencia en ese caso.
El país centroamericano tiene dos objetivos contra Colombia ahora: por un lado, quiere que se le reconozcan derechos sobre una plataforma continental extendida más allá de 200 millas de sus costas, aspiración que comprometería aguas colombianas. En segundo lugar, el gobierno de Daniel Ortega busca que La Haya exija a Colombia cumplir la sentencia de noviembre del 2012, mediante la cual se le otorgaron derechos sobre aguas del Caribe, cerca de San Andrés.
