El sector agropecuario sigue sin despegar. El producto interno bruto (PIB) de las actividades rurales apenas creció 2% el año pasado, cifra muy por debajo del promedio de crecimiento de la economía nacional, que se ubicó en 3,3%.
(Rodolfo Enrique Zea, nuevo ministro de Agricultura).
Sin embargo, algunos productores sienten que en el 2019 hubo una mejoría en la rentabilidad de las actividades del campo, pero aún así, hay consenso en que todavía hay muchos cuellos de botella por resolver.
De acuerdo con los dirigentes gremiales consultados por Portafolio, el nuevo ministro de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea, quien asumió este lunes el cargo, en reemplazo de Andrés Valencia, tiene una larga lista de asuntos pendientes que se relacionan principalmente con la necesidad de darle una mayor dinámica a la economía rural, disminuir la tasa de desempleo en zonas agrícolas y pecuarias, trabajar en la formalización laboral del campo, implementar programas como agricultura por contrato y diplomacia sanitaria, elevar la rentabilidad de los productores, así como destrabar el tema de la Ley de Tierras.
Todos estos temas hacen parte de las prioridades del nuevo ministro de Agricultura, Rodolfo Enrique Zea, quien anoche asumió el cargo.
La designación del funcionario, oriundo del departamento de Córdoba, ha sido bien recibida por los gremios del sector, que esperan que luego de año y medio del presente Gobierno y de haber sido trazada la política rural, el Ministerio de Agricultura entre en la etapa de la ejecución.
(Críticas del presidente de Fedegan a ministro saliente de agricultura).
Al momento de la designación del nuevo Ministro, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, aseguró que entre las prioridades del sector figura la posibilidad de que haya un mejor crecimiento del PIB sectorial, mayor generación de empleo y reducción de la informalidad que se encuentra en el 86%. Muchos de los empleos del campo corresponden al autoempleo, donde la gente tiene sus propias parcelas y de ahí obtiene sus ingresos.
“Hay que impulsar actividades intensivas en generación de mano de obra como los cultivos de aguacate hass, el cannabis medicinal, cacao y las actividades donde los gremios han firmado los ‘Pactos de Crecimiento y del Empleo’.
Por su parte, el presidente de Fedegán, José Félix Lafaurie, aseguró que, “de lejos, la política pública para el sector ganadero tiene que alinearse con la visión exportadora de la actividad cárnica. Eso pasa por avanzar en todos los temas que tienen que ver con estatus sanitario, guías de movilización y, por su puesto, mejorar en la trazabilidad. El país lleva 10 años perdidos en este tema”.
Lafuarie insiste en que la agenda exportadora es prioritaria, para contrarrestar las importaciones de alimentos y la balanza comercial colombiana que es ampliamente deficitaria, con excepción de la agropecuaria”.
(El campo sin rentabilidad no tiene sentido: Minagricultura).
Entre tanto, el presidente de Asocolflores, Augusto Solano, aseguró que esperan “el apoyo para el desarrollo y la implementación de la agenda 2030 que firmamos a principios de febrero y que contempla una serie de factores muy importantes para la competitividad del sector.
Solano dijo que un segundo aspecto, tanto para la floricultura como para el renglón agropecuario en general, hay que seguir trabajando en fortalecimiento y profesionalización del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
Así mismo, el gerente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), Rafael Hernández, señaló que es necesario mantener el apoyo al ordenamiento de la producción, el incentivo al almacenamiento del grano, el respaldo al programa Amtec sobre adopción masiva de tecnología e inserción del agricultor en la cadena de valor, créditos blandos a mediano y largo plazo y asistencia técnica.
Para Fedearroz también es clave diseñar una estrategia de construcción de infraestructura de riego, que permita mejorar la competitividad y garantizar el abastecimiento del mercado nacional durante todos los meses del año.
A su turno, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce) dice que hay que diseñar instrumentos de contención para frenar las importaciones de cereales, desarrollar las coberturas cambiarias y de precios, apoyar financieramente a los productores para montar infraestructura de almacenamiento de cereales y manejar inventarios.
Otro punto clave es priorizar la compra de la cosecha nacional frente a las importaciones provenientes de países como EE. UU.
Durante su posesión, el nuevo Ministro dijo que “en cuanto a exportaciones agropecuarias no tradicionales, la meta en 2020 es incrementarlas en 18% (...) Queremos que Colombia sea la despensa del mundo”.