Este 30 de noviembre se vence el plazo para que EPM ponga en operación dos de las ocho turbinas de generación de la central Hidroituango. Si bien la compañía había señalado que entre el 15 y el 20 de octubre empezarían a generar energía, en días pasados el alcalde de Medellín, Daniel Quintero, y el gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo, señalaron que la puesta en operación sería antes del plazo máximo establecido.
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Ahora la empresa pública comunicó que terminó el blindaje metálico del primero de los dos túneles que conducirán el agua hacia las unidades de generación; el segundo está “en la recta final”, señaló la empresa.
Así mismo, se encuentran en fase de pruebas eléctricas, mecánicas e hidráulicas de las dos unidades que deben empezar a funcionar en poco más de un mes.
En caso de que no entre a funcionar la obra en la fecha máxima establecida por la Creg se le podrían aplicar sanciones a la compañía por incumplimiento de sus responsabilidades en cargo por confiabilidad y entrega de energía en firme.
Miguel Lotero, exviceministro de Energía explicó que se trata de la ejecución de una garantía por US$170 millones, así como la pérdida de los ingresos de cargo por confiabilidad por más de US$900 millones.
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Sin embargo, Jorge Valencia, director de la Creg, explicó que hasta el momento no han recibido ningún informe sobre un retraso.
Esta obra tendrá una capacidad instalada total de 2.400 megavatios, es decir, cada turbina generará 300 MW. De esta forma sería una de las principales infraestructuras de generación de electricidad en el país, casi duplicando la mayor planta de generación actual, El Guavio, que tiene 1.260 MW.
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