Al cierre de esta edición la orden de evacuación de la ribera del río Cauca aguas abajo del proyecto hidroeléctrico de Hidroituango afectaba ya a 12 municipios del norte de Antioquia, Córdoba, Sucre y Bolívar.
Inicialmente, al mediodía de ayer, esta determinación solo se había dado para las riberas ubicadas en el corregimiento de Puerto Valdivia, así como las de los municipios de Cáceres, Nechí, Tarazá y Caucasia, en Antioquia. Pero al final de la tarde se extendió a Briceño e Ituango, también de Antioquia, así como a otras partes de la llamada área de la Mojana –Majagual y Guaranda (Sucre); Ayapel (Córdoba), y Achí y San Jacinto del Cauca (Bolívar)–.
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El gerente de EPM, Jorge Londoño de la Cuesta, explicó desde Medellín que la emergencia fue ocasionada por una obstrucción en la casa de máquinas de Hidroituango, por donde estaban evacuando el agua del río Cauca desde el pasado jueves, luego de que se taponaran por derrumbes los túneles de desviación del proyecto energético, que estaba a punto de ser terminado.
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De acuerdo con el directivo de EPM, una de las hipótesis es que la obstrucción se presentó porque un tanque de las unidades de generación pudo sufrir un desplome.
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Debido al bloqueo, el líquido salió por las vías de acceso o galerías de tránsito de vehículos y prendió las alarmas. Un video que circuló por redes sociales registró el instante en que un trabajador se salvó milagrosamente de ser arrastrado por una ola generada por la fuerte corriente que salió de la casa de máquinas.
Londoño también afirmó que no se presentaron pérdidas humanas ni reportes de personas desaparecidas por la emergencia, pero que cuatro empleados del proyecto sufrieron heridas leves y están fuera de peligro.
La situación hizo que fueran evacuados 1.000 trabajadores de Hidroituango.
Por su parte, desde una sala de crisis en Bogotá, el ministro de Minas y Energía, Germán Arce, indicó que la sala de máquinas estaba soportando entre 1.600 y 1.800 metros cúbicos de agua por segundo en los últimos días y, aparentemente, por un evento ocurrido en su interior, había sobrepasado su capacidad máxima, de 2.000 metros cúbicos.
La obstrucción duró alrededor de dos horas y media y luego el agua siguió corriendo normalmente. Aun así, la alerta se mantuvo anoche y se hicieron las evacuaciones de los habitantes, en tanto que no se puede descartar que suceda una nueva obstrucción.
Se calculaba que cerca de 9.000 personas dejaron sus viviendas y se refugiaron en zonas altas de sus municipios.
En el transcurso del día el gobernador de Antioquia, Luis Pérez; el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez (presidente de la junta de EPM) y Londoño, le enviaron una carta al presidente Juan Manuel Santos en la que le informan de la gravedad de la situación y le solicitan que “ordene la disposición de todos los instrumentos y medios posibles a efectos de evitar situaciones que lamentar”.
En la misma, le advierten que de llegar a colapsar la sala de máquinas “amenazaría seriamente con generar un aumento significativo e incontrolado del cauce del río Cauca”
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Al hacer un balance, hacia el mediodía, de lo que ha sido la atención de la contingencia desde el 28 de abril, el ministro Arce afirmó que la declaratoria de emergencia se mantendrá hasta que el proyecto no recupere la capacidad de control sobre el agua. “Vamos a activar todos los protocolos de respuesta que nos permitan, sobre todas las cosas, preservar la vida de todas las personas que se encuentran ubicadas más abajo”, dijo.
PRESA, PUNTO CLAVE
El director de la Unidad Nacional para la Gestión de riesgo de Desastres (UNGRD), recordó que el Gobierno nacional ha hecho presencia desde el miércoles de la semana pasada y mantiene 687 personas a terreno con el fin de brindar apoyo, sobre todo en telemática y telecomunicaciones. Adicionalmente, ha aportado materiales como motobombas de alta capacidad y, con las Fuerzas Militares, han llevado material para hacer implosiones.
Agregó que el levantamiento del estado máximo de alerta pasa por la terminación de las obras en la parte superior de la presa y que implican poder llevar esta estructura hasta la cota de los 410 metros de altura. Hasta ayer iba en 403 metros y la intención era culminar los siete metros que faltan el domingo 20 de mayo para ganar control sobre el embalse. Solo en ese momento se eliminaría el mayor riesgo desde el punto de vista técnico, pues ello permitiría manejar los excesos de agua a través del vertedero.
Adicionalmente, tanto EPM como los contratistas de la obra buscaban poner en uso las cuatro compuertas gigantes que le dan el paso o frenan el agua. Hasta ayer había dos de ellas habilitadas, el plan era que hoy estuviera una tercera y el fin de semana contar con la cuarta.
Sin embargo, la evacuación de los obreros, desde ayer, hará que ese plan sufra demoras. “Una vez estén garantizadas las condiciones de seguridad en el proyecto, el personal retornará a sus labores para concluir lo que faltan de la presa”, expresó al final de la tarde Londoño de la Cuesta en un comunicado.
NO HAY RIESGO DE EMERGENCIA ENERGÉTICA: MINMINAS
El ministro de Minas y Energía, Germán Arce, descartó ayer que el inminente retraso de la entrada en operación de Hidroituango vaya a ocasionar una emergencia en este campo. “Definitivamente, esto va a tener impactos en la entrada en operación de la represa. Los tiempos no se podrán determinar hasta que EPM presente su nuevo cronograma de actividades, pero desde el punto de vista energético, incluso dada la situación hidrológica de este año, que ha sido de ciclos de lluvias un poco más altas que el promedio, nos ayudan a entender que no vamos a tener una emergencia”, dijo.
Arce recordó que esta es la hidroeléctrica más grande que se ha construido en el país. Se estima que, cuando esté en plena operación, producirá 2.400 megavatios, con lo cual abastecería el 17% de la demanda nacional.
Su costo supera los 3.000 millones de dólares. “Esperamos que pueda recuperar su capacidad y su ruta de trabajo para que en un tiempo razonable esté a disposición del sistema y pueda brindar esa energía”, puntualizó Arce.